Esto es una mierda como una catedral, pero es “MI” mierda como una catedral, ya que no suena nada que no haya salido de mi portatil
Por otro lado, aclarar que esto no es música sino un intento de estudiar con cierta lógica musical.
Y esa idea conceptual viene directamente del material didáctico del inmenso Ramón Ángel Rey, material que, si no conocéis, recomiendo fervientemente.
En ese material es en donde, entre muchas otras cosas, Ramón lanza la idea de llevar la práctica de la técnica hacia un contexto musical.
Y aquí cogemos otro de los ingredientes que hemos usado para este ejercicio, que no es otro que el “the art of bop drumming” de John Riley.
Al final se trata de estudiar el libro de Riley con la sabiduría de Ramón…
Y para ello añadimos algo más… (sobre lo que me estoy aficionando también secretamente en la intimidad) Entender una estructura armónica sobre la que acompañar.
En este caso, una de las más sencillas que existen: 12 compases de blues en C, con acordes séptima.
Así que, para construir el background del ejercicio, me he escrito en MIDI esos 12 compases de blues, intentando dibujar una figura con swing en el piano y, atreviéndome aún más, inventando un walking de bajo sin tener ni puta idea de si eso es lo que haría un walking de bajo y arriesgándome a que algún músico de verdad se arranque las orejas al oír esta aberración. Ya no me he atrevido a crear ningún tipo de melodía con algún otro instrumento midi para que la vergüenza ajena no llegue a cotas irremediables…
Una vez tenemos eso, empezamos a trabajar.
La idea es coger figuras del libro de Riley e, invocando de nuevo al material y la sabiduría de Ramón, encajarlas en lo que él llama el Área de tensión de la rueda de acordes (o una de ellas), en este caso, al ser figuras de dos compases, me las llevo a los dos últimos compases de la rueda de 12; antes de resolver volviendo al principio de la rueda.
Técnicamente aún no está bien, ni suena fluido, pero quería compartirlo con vosotros por lo potente que veo esta manera de trabajar (como decía, basado en un consejo original de Ramón). Así que espero que os guste y a alguien al menos le sirva de motivación o soplo de aire fresco.

Por otro lado, aclarar que esto no es música sino un intento de estudiar con cierta lógica musical.
Y esa idea conceptual viene directamente del material didáctico del inmenso Ramón Ángel Rey, material que, si no conocéis, recomiendo fervientemente.
En ese material es en donde, entre muchas otras cosas, Ramón lanza la idea de llevar la práctica de la técnica hacia un contexto musical.
Y aquí cogemos otro de los ingredientes que hemos usado para este ejercicio, que no es otro que el “the art of bop drumming” de John Riley.
Al final se trata de estudiar el libro de Riley con la sabiduría de Ramón…
Y para ello añadimos algo más… (sobre lo que me estoy aficionando también secretamente en la intimidad) Entender una estructura armónica sobre la que acompañar.
En este caso, una de las más sencillas que existen: 12 compases de blues en C, con acordes séptima.
Así que, para construir el background del ejercicio, me he escrito en MIDI esos 12 compases de blues, intentando dibujar una figura con swing en el piano y, atreviéndome aún más, inventando un walking de bajo sin tener ni puta idea de si eso es lo que haría un walking de bajo y arriesgándome a que algún músico de verdad se arranque las orejas al oír esta aberración. Ya no me he atrevido a crear ningún tipo de melodía con algún otro instrumento midi para que la vergüenza ajena no llegue a cotas irremediables…
Una vez tenemos eso, empezamos a trabajar.
La idea es coger figuras del libro de Riley e, invocando de nuevo al material y la sabiduría de Ramón, encajarlas en lo que él llama el Área de tensión de la rueda de acordes (o una de ellas), en este caso, al ser figuras de dos compases, me las llevo a los dos últimos compases de la rueda de 12; antes de resolver volviendo al principio de la rueda.
Técnicamente aún no está bien, ni suena fluido, pero quería compartirlo con vosotros por lo potente que veo esta manera de trabajar (como decía, basado en un consejo original de Ramón). Así que espero que os guste y a alguien al menos le sirva de motivación o soplo de aire fresco.