Clases particulares. Duda

Esta bien dar 1 hora cada 2 semanas de clase?? Vamos que serian unas 3 horas al mes. Esta bien para aprender o es poco?? Gracias.
 
2 horas al mes serian 60 euros. Esta bien o es carillo??
 
yo pago 53 por 2 horas al mes, y con el profe que tengo, no me parece caro para nada.
si el profe es bueno, creo que esta bien.Supongo que depende tambien un poco de la zona.
Yo voy a una escuela cerca de Santiago.
 
Si es muy bueno es buen precio pero algo a tener en cuenta es si tu vas a rentar con tu nivel a ese profesor.
 
Yo por 4 horas al mes pagaba 70. Al final me parece mejor pagar 20 euros una hora de un muy buen profesor, que 10 de un profesor regularcin...

Con respecto al tiempo, si en esa hora cada 2 semanas te manda varios ejercicios y técniacs a practicar, y tú las practicas, podrás progresar.
Pero si por mes sólo tocarás esas 2/3 horas y no practicarás por tu cuenta, no habrá progreso... Diría que al menos necesitas unas 4 horas por semana del instrumento para avanzar.
 
Hola Nelsonhg,

Antes de darles mi respuesta, permíteme contextualizar: Yo soy profesor de Batería, así que tengo interés económico en que haya personas que busquen clases. Además, he tenido la suerte de estudiar con gente muy potente (en España con Carlos Expósito, Alfred Berengena y Mariano Steinberg y en el extranjero con gente como Gabor Dornyei, Fergus Gerrand y Claus Hessler), así que sería hipócrita por mi parte decir que las clases no son importantes. (Espero me disculpes el name-dropping, pero creo que es relevante en este caso)

Por otro lado, no me interesa tener estudiantes desinteresados ni dar clases al estilo gurú de internet, donde el secreto del éxito está siempre en la siguiente clase.

Dicho esto, ¿está bien dar dos clases al mes? ¿Es poco para aprender?

Podríamos decir que la función principal (aunque no la única) del profesor en las clases de batería es transmitir información de la forma más explícita y clara posible sobre los conocimientos, procedimientos y habilidades relevantes para el avance progresivo hacia la maestría del instrumento.

El maestro actúa también como fuente de realidad. Un buen profesor te puede servir para ayudarte a baremar tus expectativas: ¿es normal tener estas dificultades?, ¿soy un genio, soy un desastre o soy absolutamente mediocre? (Probablemente seas todas y ninguna a la vez, dependiendo del momento - y además, tu no "eres" ninguna de esas cosas, tu trabajo lo es). La red para esto es poco útil, ya que tendemos a usarla como escaparate, presentamos nuestra mejor versión y rara vez se ve el proceso real. Si tienes suerte, tu profesor representa un ideal en carne y hueso al que aspirar, un modelo a seguir de cara a labrar tu propio camino. Pero un ideal realista con sus virtudes y sus carencias.

La figura del profesor además sirve como mecanismo correctivo, pero tampoco es el único. Grabarse y escuchar con ojo (y oído) crítico, honesto y realista, tocar delante de un espejo o PUBLICAR nuestro trabajo y dejar que el público juzgue son otros ejemplos. Cada uno tiene sus pros, sus contras y su nivel de análisis apropiado, incluido el profesor.

No obstante, vivimos en una época muy diferente a todas las demás, las barreras entre el profesor presencial y el virtual son cada vez más difusas. Yo me he aprovechado muchísimo de las oportunidades que brinda internet, que muchas veces son más de lo que nos imaginamos. Por ejemplo, el secreto a voces más grande que se me ocurre es Sci-Hub, recurso utilizado a escondidas por toda la comunidad científica para acceder a artículos peer-reviewed antes protegidos por pay-walls (para más info https://www.sciencemag.org/news/2016/04/whos-downloading-pirated-papers-everyone) - (Ojo, no es que promueva la piratería, pero el caso de la investigación científica es diferente porque está financiada por todos pero el acceso limitado por las editoriales, y muchas veces sujeta a incentivos perversos como el publish or perish, o prácticas predatorias como pagar para publicar y para acceder - para más info https://commons.emich.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1340&context=loexquarterly) Este es un ejemplo extremo, en el que se democratiza el acceso a la información supuestamente de mayor calidad y rigurosidad producida por la especie humana: la extraída a través del método científico. A donde quiero llegar con esto es que la información de muchas (si no todas) disciplinas- incluida la batería- está ya diseminada por todas partes, a todos los niveles y con distintos formatos, tanto de acceso libre como de pago. Solo hay que saber dónde buscar.

Tiempo atrás el profesor solía ser una fuente de información, y ahora también lo es, pero como fuente y repositorio de información es inferior a internet. Esto no convierte al profesor presencial en innecesario, sino que modifica el orden de la jerarquía de sus funciones. El problema principal en la actualidad, salvando casos especiales, es el exceso de información. Derivado de este panorama, uno de los problemas que se nos presenta como individuos debido a este colosal volumen de información es el de separar el trigo de la paja.

¿Cuánta cantidad de información debemos explorar para conseguir llegar a la que es realmente relevante?
En términos técnicos, por razones que escapan al alcance de este post, la respuesta estará ligada íntimamente con la ley de Pareto-Zipf-Mandelbrot (coloquialmente: el 80% del valor estará condensado en el 20% de la información - Para más info: https://en.wikipedia.org/wiki/Pareto_distribution). Esta ley es generalmente independiente de escala (fractal-autosimilitud estadística), por lo tanto si tenemos que investigar por nosotros mismos dentro de la totalidad de internet deberemos desechar muchísima información irrelevante antes de llegar a la relevante. Si buscamos información filtrada a priori por el profesor, este volumen será mucho más pequeño y relevante para nuestras circunstancias (aunque el profesor no es perfecto y ocasionalmente nos dará información irrelevante. Y nosotros tampoco somos perfectos, por lo que habrá momentos en los que desecharemos información relevante como si fuera irrelevante).

Por ello, la capacidad de selección de la información, síntesis, priorización y presentación del docente se ha vuelto mucho más valiosa. De esta manera, una clase de 1 hora en la que el profesor sintetiza un gran volumen de información relevante para ti, la estructura de forma coherente, te la presenta de forma que la puedas digerir poco a poco en la soledad de tu local, y te enseña por donde puedes ampliarla, es increíblemente importante (tocar con gente también es importantísimo para el desarrollo pero lo vamos a dejar de lado por temas de alcance, si a alguien le interesa lo podemos desglosar en otro momento). Si tu interés está en buscar la excelencia, son necesarias ambas partes: información valiosa y tiempo para digerirla.
Por lo tanto, debido al volumen de información disponible ahora mismo utilizar un filtro que deseche lo inútil es más importante que nunca. Este filtro puede ser el profesor presencial, aunque no es el único (el mismo algoritmo de búsqueda de Google es otro ejemplo).

No se trata de elegir tajantemente entre tener un profesor presencial o dedicarse a aprender con los recursos disponibles en la red, sino de encontrar un equilibrio. Cada uno debe trabajar con las virtudes y las limitaciones que presenta su situación particular. En términos técnicos, debemos encontrar la frontera eficiente de Pareto para nuestro caso individual.

Dada una organización eficiente de los recursos y una rutina de práctica eficaz, dos horas al mes de clase pueden ser muy útiles si se aprovechan adecuadamente. Pero esas dos horas no deberían organizarse igual que cuando se dan semanales o diarias. Ni el profesor ni el alumno deben ir con la misma mentalidad.

Utilizándome a mi como ejemplo, de la lista de profesores del principio solo he tenido clases semanales/diarias con dos, y porque eran tutores en el ICMP cuando yo estaba allí. Con los demás fueron clases intensivas y con uno de ellos ni siquiera fue una clase como tal. Fueron dos horas en el lobby del ICMP hablando tranquilamente, con un pad delante, varias horas antes de que diera una masterclass. La puerta de la clase era contigua a los booths de prácticas y me crucé con él cuando salí de estudiar y él terminó de montar la batería, no había nadie más en esa parte del edificio. Ese tiempo fue muy valioso para mi, y aun continúo aplicando conceptos que aprendí durante ese rato.

Antes de irme a Londres estuve durante algún tiempo recibiendo clases de dos horas una vez al mes y a mi el formato me funcionaba muy bien. Recibía mucha información y guías de cómo enfrentarla, hacíamos algunos ejercicios para ver si había entendido lo que tenía que hacer, corregíamos lo que hiciera falta y hasta el mes que viene (o cuando fuera que le viniera bien pasar por Canarias). Durante las clases yo tomaba notas de todo, y entre clases me dedicaba a practicar, buscar información relacionada y ampliar cuando podía. Rinse and Repeat.

Los factores principales en todo esto son tú y tu profesor. Se le puede sacar un partido espectacular a cualquier formato de clases, ya sea 1 hora de clase al día, a la semana, al mes o al año, siempre y cuando esté bien organizada, complementada con un montón de material, soportada por una cantidad de práctica (de calidad) razonable entre clase y clase, e incluya un sistema de feedback bidireccional constante entre el profesor y el alumno. Si además de tu profesor presencial, tienes a un equipo de "profesores virtuales", vivos o muertos, en papel o digitales, puedes aprender un montón. Con el tiempo puede que tu situación cambie y puedas aumentar el número de clases, o no, pero por lo menos estarás sacándole el máximo partido posible a tu situación.

En definitiva, ¿son dos horas de clase al mes suficientes para aprender? Pues depende: A lo mejor son pocas, a lo mejor son demasiadas.

Mucha suerte en tu camino hacia la excelencia.
 
Muchísimas gracias por este mensaje @oscardrum92

Me parece interesantísimo todo lo que comentas y creo que es una respuesta muy completa para la pregunta que se plantea. Chapeau!
 
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