jerito escribió:
Cuando yo pido una barra de pan en castellano y me contestan en catalán ¿es un ataque? ¿es ignorancia del tendero/a? Yo me lo tomo como un ataque a los castellanoparlantes, porque yo no tengo ni papa de catalán. ¿Me quedo sin comer gracias a la cultura catalana?
No, tan sólo explica que vienes de fuera y que no entiendes el catalán. De todos modos, no es japonés, es catalán, para situaciones como la de una panadería se entiende perfectamente. Si se tiene ganas, claro. Ya sabes, allá donde fueres, haz lo que vieres...
Chemaco escribió:
Las leyes que aprueban las comunidades autonomas no pueden ir contra las leyes generales como es la constitucion.
Tú lo has dicho. Mira lo que dice la Constitución sobre las lenguas. Es lo suficientemente abierto como para dar cabida a interpretaciones completamente contrarias. Precisamente porque es así -y se hizo así para que pudiera haber consenso en su día-, se ha podido ejercer la inmersión lingüística en catalán sin ningún problema serio jamás.
Esta manía de los medios del nacionalismo español de apropiarse de lo que dice la Constitución siempre resulta graciosa. Graciosa porque estos mismos medios se olvidan de que fue redactada precisamente para que diferentes culturas e idiomas pudieran convivir respetando las maneras propias de cada cual.
De hecho, seamos honestos: sigue sin haber un problema serio. Aquí todo el mundo está integrado. El dichoso ejemplo que siempre sale sobre la necesidad de aprender catalán para optar a esto o a lo otro. Las razones son bien sencillas, y debería entenderlas todo el mundo: si un ciudadano catalán decide entrar en cualquier edificio público o comercio privado debe poder expresarse en catalán y ser entendido SIN que tenga que cambiar de lengua. Su lengua -el catalán- es lengua cooficial en España, igual que el castellano. Eso significa que la persona que le atiende no tiene por qué hacerlo en catalán, PERO SÍ DEBE entenderlo.
Igual que los famosos carteles: la obligación es que el cartel que identifique el comercio sea en catalán ADEMÁS del resto de lenguas que se quiera poner, como si son 50. ¿Por qué? Muy sencillo: porque no estamos en Shangai, ni en Toledo. Seguro que en Shangai y en Toledo se entiende perfectamente que un cartel puede estar en lengua urdu pero que además debe poder leerse en chino mandarín y en castellano, respectivamente, faltaría más.
Y, si hablamos de musulmanes, justamente este colectivo está en general encantado con la existencia del catalán porque de alguna manera refleja las particularidades y diferencias de una cultura propia, y se dan cuenta de que aquí entendemos muy bien cómo hacer que diferentes culturas, razas e idiomas convivan. La cantidad de musulmanes que hablan catalán en Girona y Lleida es asombrosa. Y eso que no optan a ninguna plaza donde se les pida un nivel de nada, lo aprenden porque quieren integrarse, lo ven no como un problema sino como una oportunidad.
Y es exactamente así como hay que ver la inmersión lingüística en Catalunya: como una oportunidad, no como un problema.