No me gusta mucho copiar y pegar, pero es que no voy a poner cuatro comentarios distintos en los cuatro foros que suelo frecuentar, así que hale, mi comentario del CD.
Bueno, pues ya está. Ayer (o antes de ayer...el día 29, vaya) pasé por la tienda habitual para adquirir esta nueva obra maestra, aunque sólo pude comprar el CD porque el DVD no parece haber sido distribuído aún, supongo que para espaciar la salida de dos objetos con el "mismo" contenido musical. Lo esperamos con ansias

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A lo que vamos: el CD. Para empezar, la presentación. Para variar, es la típica caja de cartón para los tres discos, con el mismo resultado que los anteriores: los tres cd's ya descansan en una carátula de plástico separada, no tiene puto sentido dejarlos en la original para cargárselos. Sigo sin entender eso, porque vale que ese tipo de carcasas hace que pueda haber comprado un directo triple por 19.95€, pero prefiero pagar 30€ y tenerlos bien guardados, coñe xD.
Paso a comentar los discos por separado...
DISCO 1
01. The root of all evil
02. I walk beside you
03. Another won
04. Afterlife
05. Under a glass moon
06. Innocence faded
07. Raise the knife
08. The spirit carries on
Bueno, lo primero que hay que decir de este disco es: ¡¡COÑO!! Eso es, COÑO, aquí hay tres canciones que no me esperaba ni de coña. La intención de hacer un recorrido retrospéctico sobre la carrera de la banda parece ir por el buen camino, desde luego. Comencemos por el principio de los tiempos, es decir, la primera canción. La banda ataca fuerte, con una soberbia The root of all evil. Me gustaría saber a qué vienen los sonidos esos en la intro, supongo que en el DVD se verá más claro...o no, quién sabe.
Seguida de I walk beside you, conforman el núcleo de Octavarium de este CD. No olvidemos que, a pesar del disco del vigésimo aniversario, sigue siendo la gira de este disco, y va a haber bastante de él. Another won y Afterlife son dos de las grandes sorpresas, principalmente porque uno no esperaba que saliera nada de una maqueta ni esa canción precisamente del When dream and day unite. Ambas son interpretadas con la maetsría habitual, y con un sonido absolutamente actual pero con el adecuado regustillo a viejuno. Básicamente estamos entrando en calor, vaya.
El camino por los discos siguientes viene de la mano de Under a glass moon por parte del Images and Words (regalito con la firma de Jordan tras el primer estribillo, para variar hace que uno sonría de la forma más inesperada con sus paridillas al piano) y de Innocence faded para recordar el Awake. Ya a estas alturas nos damos cuenta de que algo pasa, y es que...joder, cómo está cantando LaBrie. Excesivo, el tío está al límite y todo le sale bien, voz clara, potente...normalmente lo hace muy bien, pero en este disco se saca la espinita del Live at Budokan y nos regala una interpretación alucinante de principio a fin. Para muestra, la canción anterior.
Raise the knife es la tercera sorpresa de la noche: coño, una canción de un disco del club de fans. Curiosamente es de la época Awake/Falling into infinity, por lo que la podemos considerar como la representante de este disco, ya que no tiene una sóla canción más en todo el directo: todo hay que decirlo, el Falling tuvo su propio directo y en el Scenes from New York y el Budokan ya ha sido bastante visitado. De todas formas no me habría importado disfrutar de New millennium de nuevo, es una canción perfecta xD.
Para terminar el disco, pequeña trampa del grupo, o más bien de Petrucci: una entrañable intro de guitarra nos anuncia lo que muchos conocemos como el previo a Trough her eyes; lógico, ya toca llegar al Scenes from a memory...pero no. Con todo el mundo engañado, comienza The spirit carries on, en lo que seguramente es uno de los puntos álgidos de toda la noche, de la carrera de la banda y de la historia de la música en general xD. No está Trisha Tomason, pero LaBrie se SOBRA para cantar él solito esta canción de forma totalmente magistral. Será la eterna comparación: ¿cuál te gusta más, la del Scenes from NY o la del Score? Ya veremos, yo de momento no emitiré veredicto ninguno.
DISCO 2
01. Six degrees of inner turbulence
02. Vacant
03. The answer lies within
04. Sacrificed sons
Comienza la gran atracción: la Octavarium Orchestra entra en juego. La forma de seguir avanzando por la historia del grupo nos lleva a Six degrees of inner turbulence y a su homónima canción, que en este caso nos llega como de verdad mola: con sus cuarenta y tantos minutos de golpe, así, para disfrutarla en calentito, ni dividirla en pistas ni ostias en vinagre xD.
El mayor temor que uno podía tener era que la orquesta molestara y jodiera muchas canciones como pasa por ejemplo en el S&M de Metallica, pero no es así. Overture suena excelente sólo interpretada por la orquesta, pero en el resto de canciones de aquí en adelante sólo intervendrá en momentos puntuales y nunca estará metida porque sí, cosa que hay que destacar y agradecer. Lo que es Six degrees of inner turbulence en sí está perfectamente interpretada, y hay momentos realmente acojonantes en la canción, en los 41:33 que dura el tema completo no puedes dejar de prestar atención. Los coros, para variar, se han ido dejando notar por todo el concierto, pero en esta canción ya comienzan a tomar auténtico protagonismo cuando les toca.
Vacant es la siguiente canción, y, teniendo en cuenta el repasito que se daba al Train of thought en el Budokan, su inclusión en el setlist del concierto estaba más que anunciada para completar el repertorio: sólo queda Honor thy father en directo para que el disco esté enterito tocado en vivo, señores.
Vuelta al Octavarium para finalizar el recorrido, y no podía ser otra que The answer lies within, otra de las canciones que originalmente tenía orquesta en el disco. Cuando escuché el Octavarium por primera vez pensé que en directo habría que hacer como con Hollow years y meterle a la canción un solo de lo que fuera de tres minutos, pero la verdad es que con el tiempo me he ido haciendo a ello y dejé de esperar que lo fueran a hacer. Efectivamente, no lo hacen, pero la orquesta se encarga de poner a la canción donde se merece. Como colofón, este segundo disco acaba con Sacrificed sons, el otro tema con orquesta de Octavarium y que para variar suena soberbio. Personalmente es una canción que me encanta y he disfrutado con ella tanto o más que con la original. Os aseguro que cuando llegáis al final de esta canción estáis ya totalmente extasiados...¿pero qué queda?
DISCO 3
01. Octavarium
02. Metropolis Pt.1: "The miracle and the sleeper"
Llegamos casi al final de nuestro viaje. Jordan Rudess nos deja pegados al asiento con la introducción de Octavarium, que se ha convertido, sin duda alguna, en uno de los clásicos de la banda y del progresivo. Un gigante de 24 minutos (en directo se alarga un poco más), que condensa lo mejor que la música puede haberme dado jamás y que hace que siempre, siempre, se me pongan los pelos de punta al escucharla. Alucinante, sin duda...y en directo es aún mejor. Emociona muchísimo más poder disfrutar de todo esto, os lo puedo asegurar. El final de la canción es absolutamente orgásmico, mucho mejor de lo que uno se podría imaginar. Te quedas paralizado con la fuerza que desprende, increíble tema.
Cuando pensamos que ya todo ha acabado, llega el consabido bis de todo concierto de Dream Theater. No es un bis como a mí me habría gustado (véase Learning to live - A mind beside itself - A change of seasons xD), pero la verdad es que no nos podemos quejar: Metropolis Pt.1 ha sido adaptada a orquesta maravillosamente, y así Dream Theater cierran el concierto haciendo honor a una canción que les ha hecho famosos y respetados, un mito del repertorio del grupo.
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Han sido algo más de dos horas y media para una experiencia única, un directo como sólo Dream Theater son capaces de ofrecer. Esta vez, curiosamente, la estrella indiscutible es James LaBrie, brillando con luz propia y demostrando que es el cantante de este grupo por méritos propios y ni mucho menos su talón de Aquiles. Normalmente está a gran nivel, pero lo de este concierto es algo para quitarse el sombrero si lo llevas puesto, o como poco para que alguien le de una armónica o dos. Los demás están, para variar, como siempre: a un nivel tal que supongo que hará que muchas bandas se replanteen seguir haciendo música porque, total, para qué molestarse cuando ellos siguen en activo.
Veinte años de carrera musical e indiscutiblemente están en la cima, con una trayectoria de subida imparable. Cada cosa que hacen supera y se diferencia de las anteriores, y los indicios me hacen pensar que todo seguirá yendo a más.
Un diez sobre diez, sin duda alguna. Que sean veinte años más, por favor. Cuarenta si es posible. El mundo necesita de bandas como esta para seguir teniendo una razón por la que despertarnos por las mañanas.