Acá les dejo el artículo de un diario local... explica mejor la metodología...
Este... si alguno decide hacer esto, al menos que me de una comisión ¿no? [-o<
EUD Caracas, miércoles 13 de febrero, 2002
SOCIEDAD /// El oficio del cobrador se ha convertido en un negocio muy creativo
Al acecho de una deuda
Los deudores culpan de sus problemas económicos a la situación del país
El 'Comando Móvil Antimorosos' lo enfrentará con el diablo si no paga (Foto cortesía Dr. Diablos)
ROMY ESCALONA EL UNIVERSAL
Amados por muchos, odiados por otros tantos, los cobradores enfrentan retos cada día más fuertes a la hora de lograr el saldo de una deuda. La 'viveza criolla' tiene caras diferentes todos los días, y el clásico 'moroso' puede transformarse, escabullirse y desaparecer sin dejar huella, obligando a estos trabajadores a adoptar modalidades alternas dentro de su negocio.
Aún caminan por las calles esos hombres impecablemente vestidos que acompañan su atuendo con un tradicional maletín. Pero ahora son otras las herramientas que ayudan al cobrador a cumplir eficazmente su misión de recuperar el dinero de sus clientes: desde sistemas de computación altamente especializados hasta insospechados y atemorizantes atuendos. Para sorpresa de muchos los resultados son altamente gratificantes.
Ataque a la vergüenza
Hace tres años se inició en el país un particular negocio de cobranzas que cita al deudor con el mismo demonio si no quiere llegar a un convenimiento de pago. Rodrigo Herrera, director de Doctor Diablos Cobranzas Morosas, explica que han logrago 80% de efectividad en sus trabajos: 'Tocamos la reputación de la gente, si no llegamos a un convenimiento de pago con el deudor, el cliente exige que se haga un operativo: se traslada la figura mefistofélica del diablo, la diabla, su perro, el guardaespaldas el abogado, el chofer y dos agentes de seguridad al lugar donde el deudor esté. La mora se difunde mediante algún medio de comunicación y, al que todavía le queda algo de reputación, prefiere mandar a su representante legal y buscar un convenio de pago'.
Aceptan trabajos a partir de un millón de bolívares, porque 'un monto inferior no justifica la movilización del equipo'. El cliente debe pagar entre 30 y 50% del monto cobrado según sea el caso. Para trabajos en el interior del país los viáticios correran por cuenta del contratante.
Persecución sistematizada
José Medina preside una organización que se caracteriza por el particular enfoque dado diariamente al trabajo de cobranza. El equipo de Cobinca _Cobranza Integral_ ha desarrollado un sistema mecanizado dirigido principalmente a satisfacer las necesidades de empresas de servicio y tarjetas de crédito.
Por medio de llamadas telefónicas programadas según agenda, envío de correspondencias y telegramas, Cobinca trabaja directamente en cuentas no localizadas, que presentan cambios de dirección.
Medina explica que entre las anécdotas diarias se repite la excusa de que el deudor ha fallecido. 'O son sus familiares quienes los matan, porque días más tarde volvemos a llamarlos para ofrecerles una tarjeta de crédito y resulta que no han muerto'.
Señala que la morosidad ha aumentado y los clientes argumentan falta de liquidez, desempleo y se excusan tras los decretos vigentes y la situación crediticia del país, pero 'hay que habituarse a cumplir con las deudas para evitar que siga este círculo vicioso'.
Ir de cacería
El clásico J Herrera considera que los deudores pueden dividirse por su perfil y sus excusas. El clásico es aquel que no tiene trabajo, lo botaron de la casa, le robaron el carro, lo dejó su mujer y, además, está en la quiebra. El Gobierno le prometió, pero todavía no le ha dado nada.
Profesional estafador J Se muda, cambia de dirección y puede cambiar hasta de sexo para no pagar sus deudas.
Inocente J Argumenta, extrañado, que no sabía nada de la deuda, nunca le habían ido a cobrar. Su contador nunca le dijo nada y se actualiza justo en el momento que es abordado por el equipo de cobranza.
Cara dura J Es tajante en afirmar que no tiene dinero y no va a pagar nada, no le importa que lo demanden y verá cómo se defiende en tribunales. Se siente seguro de que la parte jurisdiccional no funciona porque muchos de los títulos de valor prescriben dentro del tribunal. Sostiene que nadie va preso por no pagar.