Esto me lo paso un muy buen colega mio, tecnico de sonido y baterista tambien, y bastante gañan, reparte para todos los lados asi que no picarse, yo me he partido la caja porque de vez en cuando dice verdades como puños, jojo!
es largo, pero merece la pena:
EL TECNICO, ESE GRAN INCOMPRENDIDO
Entorno a la elite del rock nos encontramos con ciertos personajes cuya aportación es imprescindible para el natural desarrollo de estos especimenes denominados despectivamente músicos.
Entre muchos otros, existen dos vertientes claramente definidas: el técnico de estudio y el de directo.
El técnico de estudio
Tratare de analizar de manera resumida su comportamiento entorno a su hábitat natural: el estudio (que, paradójicamente se llama así cuando ninguno de los que pasan por allí tiene estudio alguno ni conocimientos en general).
Este individuo se desarrolla en cautividad, encerrado en una especie de zulo, sin ver la luz del sol y sin saber la hora, día, mes ni año en el que esta, a pesar de llevar un control exhaustivo de las horas que el grupo de turno lleva en el estudio.
Este es el caso del autentico músico frustrado que en su día no llego ni siquiera al nivel de bajista. A pesar de esto, contara periódicamente la historia de lo bueno que era y como lo dejo por culpa del resto de la banda que “pasaba de todo”, generalmente esto lo hará acompañado de un muestrario de fotos cutres en un escenario de pachanga, con su cara de pardillo adolescente tocando momentos antes de que lo echaran definitivamente de la banda...
Estamos pues ante un tipo lleno de complejos y traumas musicales capaz de darnos un discurso de “días” analizándonos exhaustivamente y con un tono de resignación y cabreo considerables, todo el entramado del negocio de la música, las claves del éxito musical y como ha de tocarse un instrumento con destreza y maestría... Sorprendentemente él no utilizara en su beneficio estos conocimientos demostrándonos así su gran corazón altruista, o más bien, que no tiene ni puñetera idea de lo que habla...
Tiene, eso sí, un oído musical súper desarrollado, capaz de oír gambas donde nadie mas oye, y de pasar sin embargo, de otra gamba clamorosa diciendo con cara de querer ir a comer: “pues a mí me gusta asi...”, acto seguido apaga el “talkback” para que el músico de la pecera no le oiga, y continua: “total, no le va a salir mejor...”
Se sabe que en cierta ocasión el productor comento en voz alta:” se nos ha caído la afinación en esta parte”.
Acto seguido el técnico se agacho voluntariosamente para ayudarles a encontrarla por el suelo...
Constantemente necesita hacerse valer ante los demás, tratando de demostrarles que por muy músicos que sean y muy bien que toquen, sin ellos no harían nada. Es por esto que se levanta voluntariosamente a colocarle el micro al cantante a pesar de que este ya este bien, o de que obliga al batería a dar repetidos golpes a su instrumento, siendo capaz de tenerlo toda una mañana así, mientras que él mueve botones sin parar haciendo muecas para hacerse el interesante. Antes de irse a comer el sonido será horroroso, pero él dará un pequeño discurso acerca de la capacidad ilimitada en la mezcla y de la necesidad de oír mas instrumentos que compensen las frecuencias, cuando en realidad lo que harán será sobrecargarlo todo para ocultar ese sonido tipo “culo” que ha sacado.
He aquí unas curiosidades muy comunes entre esta especie:
-Todos ellos son conscientes del poder del fader master de la mesa...
-Haga lo que haga, ese canal saturara siempre.
-Cada vez que pueda sacara el tema de que el también tocaba en un grupo. Consejo: “nunca preguntes”
-Hará comentarios tabú sin darse cuenta de que el talkback esta abierto y de que el tipo de la pecera le esta oyendo.
-En el estudio solo se podrá fumar si él fuma.
-Si el técnico no fuma habrá una maquina de café. Si fuma también habrá una maquina de café. Habrá una maquina de café.
-Si no hay una maquina de café se las arreglara para que haya una maquina de café, o en su defecto una maquina de café.
-Después de mezclar el ultimo tema y terminar el trabajo, el técnico mostrara una gran alegría, independientemente de que el disco suene bien o mal.
-Cuando el productor le pida hacer algo que conlleve levantarse de la silla o enchufar algo él pondrá obstáculos y dará razonamientos con cara de convencer sin argumentos para evitar tener que hacerlo, a pesar de ser consciente de que no tendrá mas remedio que hacerlo.
-Saben que el día que dejen de ser técnicos encontraran trabajo fácilmente en la rama de corte y confección, debido a su gran destreza “cortando” y “pegando”.
-Cada vez que le toca grabar a un grupo malo se acuerda de la madre que parió al que invento eso de “editar”. Curiosamente sufrirá un choque de sentimientos contradictorios cuando se sorprenda a sí mismo dándole gracias al cielo por poder duplicar ese estribillo.
-La frase que más teme oír de un batería es: “Caramba ¿puedes mover golpes?, pues entonces vamos a...”
-Cada vez que se cuelgue el ordenador se le oirá decir:”... que raro, es la primera vez que se cuelga”. Quien este al lado dirá: “ordenadores, parece que estén vivos”. A partir de aquí surgirá una aburrida conversación acerca de estos maravillosos aparatos del tipo: vaya tiempo que hace hoy verdad?
-Hay una relación amor odio entre el técnico y el músico. Generalmente, o mejor dicho: siempre que algo suene mal, en un acto de humildad admirable el músico le echara las culpas al técnico y el técnico al músico, eso sí, cuando analicen el problema juntos se pondrán de acuerdo por natura, y le echaran la culpa a la falta de tiempo y de medios.
-Cuando algo suena bien (se conoce algún caso en el que así ha sido, aunque no se conoce a nadie que haya estado presente) el músico creerá que es gracias a su destreza y el técnico a su buen hacer con los aparatos. Cuando analicen lo bien que suena juntos ninguno reconocerá que ha sido gracias al otro y se limitaran a decir la famosa frase del guitarra: “Suena que te cagas”.
-Tarde o temprano se dará cuenta de que toda cultura tiene su gaita autóctona.
-Ninguno cobra plus de peligrosidad a pesar de desarrollar su profesión rodeado de músicos.
-Muchos de ellos han recibido visitas de grandes sensheis de la meditación oriental para analizar su capacidad de autocontrol en una sesión de música folk con gaitas.
-Cuando la gente cuenta chistes sobre músicos todos ríen divertidos. Cuando los cuentan sobre técnicos todos asienten resignados.
-Sus cuatro frases mas utilizadas, y que además son complementarias, son:
1- Eso lo solucionaremos en la mezcla...
2- Eso deberíamos de haberlo solucionado antes de la mezcla...
3- Tranquilo, en el mastering se corregirá.
4- Oye tío, estamos masterizando, eso lo tenias que haber dicho en la mezcla.
-Nunca le preguntes a un técnico si le gusta tu canción.
-Cuando habléis divertidos acerca de cosas cotidianas de la vida real, él tratara de integrarse en la conversación sin conseguirlo.
Para terminar, añadir que el estudio es un sitio propicio para la generación de anécdotas esporádicas varias, teniendo en cuenta que tenemos encerrados en una habitación a unos 6 tíos como mínimo, todos ellos músicos o técnicos, durante unas cuantas semanas: el cóctel a la vista esta, es explosivo.
Se sabe, por ejemplo de tres músicos de jazz/folk (si, habéis leído bien), que se hallaban grabando tocando todos a la vez, cuando de repente se miran, se levantan de sus asientos sujetando su instrumento, y comienzan a caminar hacia atrás con una coordinación sin precedentes. El técnico observa asombrado y pregunta: “pero...¿qué hacéis?”, A lo que el guitarrista responde: “es que esta canción termina con un fade out...”(véase, canción que termina con una bajada progresiva del volumen). De todas formas no os extrañe, ya que se sabe de orquestas de pachanga que consiguen fácilmente este efecto tocando cada vez más suave mientras el cantante aleja poco a poco su micro de la boca... admirable!!!
También se conoce el caso del batería que tenia un sonido horroroso en su instrumento, por lo que el técnico le pregunta:” ¿Esos parches son nuevos?”, el batería responde: “Si, los puse ayer... “El técnico sigue trabajando tratando de sacar un buen sonido. Desesperado se levanta y entra en la cabina. Cuando se fija ve unos parches reventados, por lo que le vuelve a preguntar: “¿pero no decías que estos parches son nuevos?”, El batería responde: “si, los encontré ayer en la basura, los había tirado el batería de la orquesta de pachanga que ensaya en el local de al lado...”
es largo, pero merece la pena:
EL TECNICO, ESE GRAN INCOMPRENDIDO
Entorno a la elite del rock nos encontramos con ciertos personajes cuya aportación es imprescindible para el natural desarrollo de estos especimenes denominados despectivamente músicos.
Entre muchos otros, existen dos vertientes claramente definidas: el técnico de estudio y el de directo.
El técnico de estudio
Tratare de analizar de manera resumida su comportamiento entorno a su hábitat natural: el estudio (que, paradójicamente se llama así cuando ninguno de los que pasan por allí tiene estudio alguno ni conocimientos en general).
Este individuo se desarrolla en cautividad, encerrado en una especie de zulo, sin ver la luz del sol y sin saber la hora, día, mes ni año en el que esta, a pesar de llevar un control exhaustivo de las horas que el grupo de turno lleva en el estudio.
Este es el caso del autentico músico frustrado que en su día no llego ni siquiera al nivel de bajista. A pesar de esto, contara periódicamente la historia de lo bueno que era y como lo dejo por culpa del resto de la banda que “pasaba de todo”, generalmente esto lo hará acompañado de un muestrario de fotos cutres en un escenario de pachanga, con su cara de pardillo adolescente tocando momentos antes de que lo echaran definitivamente de la banda...
Estamos pues ante un tipo lleno de complejos y traumas musicales capaz de darnos un discurso de “días” analizándonos exhaustivamente y con un tono de resignación y cabreo considerables, todo el entramado del negocio de la música, las claves del éxito musical y como ha de tocarse un instrumento con destreza y maestría... Sorprendentemente él no utilizara en su beneficio estos conocimientos demostrándonos así su gran corazón altruista, o más bien, que no tiene ni puñetera idea de lo que habla...
Tiene, eso sí, un oído musical súper desarrollado, capaz de oír gambas donde nadie mas oye, y de pasar sin embargo, de otra gamba clamorosa diciendo con cara de querer ir a comer: “pues a mí me gusta asi...”, acto seguido apaga el “talkback” para que el músico de la pecera no le oiga, y continua: “total, no le va a salir mejor...”
Se sabe que en cierta ocasión el productor comento en voz alta:” se nos ha caído la afinación en esta parte”.
Acto seguido el técnico se agacho voluntariosamente para ayudarles a encontrarla por el suelo...
Constantemente necesita hacerse valer ante los demás, tratando de demostrarles que por muy músicos que sean y muy bien que toquen, sin ellos no harían nada. Es por esto que se levanta voluntariosamente a colocarle el micro al cantante a pesar de que este ya este bien, o de que obliga al batería a dar repetidos golpes a su instrumento, siendo capaz de tenerlo toda una mañana así, mientras que él mueve botones sin parar haciendo muecas para hacerse el interesante. Antes de irse a comer el sonido será horroroso, pero él dará un pequeño discurso acerca de la capacidad ilimitada en la mezcla y de la necesidad de oír mas instrumentos que compensen las frecuencias, cuando en realidad lo que harán será sobrecargarlo todo para ocultar ese sonido tipo “culo” que ha sacado.
He aquí unas curiosidades muy comunes entre esta especie:
-Todos ellos son conscientes del poder del fader master de la mesa...
-Haga lo que haga, ese canal saturara siempre.
-Cada vez que pueda sacara el tema de que el también tocaba en un grupo. Consejo: “nunca preguntes”
-Hará comentarios tabú sin darse cuenta de que el talkback esta abierto y de que el tipo de la pecera le esta oyendo.
-En el estudio solo se podrá fumar si él fuma.
-Si el técnico no fuma habrá una maquina de café. Si fuma también habrá una maquina de café. Habrá una maquina de café.
-Si no hay una maquina de café se las arreglara para que haya una maquina de café, o en su defecto una maquina de café.
-Después de mezclar el ultimo tema y terminar el trabajo, el técnico mostrara una gran alegría, independientemente de que el disco suene bien o mal.
-Cuando el productor le pida hacer algo que conlleve levantarse de la silla o enchufar algo él pondrá obstáculos y dará razonamientos con cara de convencer sin argumentos para evitar tener que hacerlo, a pesar de ser consciente de que no tendrá mas remedio que hacerlo.
-Saben que el día que dejen de ser técnicos encontraran trabajo fácilmente en la rama de corte y confección, debido a su gran destreza “cortando” y “pegando”.
-Cada vez que le toca grabar a un grupo malo se acuerda de la madre que parió al que invento eso de “editar”. Curiosamente sufrirá un choque de sentimientos contradictorios cuando se sorprenda a sí mismo dándole gracias al cielo por poder duplicar ese estribillo.
-La frase que más teme oír de un batería es: “Caramba ¿puedes mover golpes?, pues entonces vamos a...”
-Cada vez que se cuelgue el ordenador se le oirá decir:”... que raro, es la primera vez que se cuelga”. Quien este al lado dirá: “ordenadores, parece que estén vivos”. A partir de aquí surgirá una aburrida conversación acerca de estos maravillosos aparatos del tipo: vaya tiempo que hace hoy verdad?
-Hay una relación amor odio entre el técnico y el músico. Generalmente, o mejor dicho: siempre que algo suene mal, en un acto de humildad admirable el músico le echara las culpas al técnico y el técnico al músico, eso sí, cuando analicen el problema juntos se pondrán de acuerdo por natura, y le echaran la culpa a la falta de tiempo y de medios.
-Cuando algo suena bien (se conoce algún caso en el que así ha sido, aunque no se conoce a nadie que haya estado presente) el músico creerá que es gracias a su destreza y el técnico a su buen hacer con los aparatos. Cuando analicen lo bien que suena juntos ninguno reconocerá que ha sido gracias al otro y se limitaran a decir la famosa frase del guitarra: “Suena que te cagas”.
-Tarde o temprano se dará cuenta de que toda cultura tiene su gaita autóctona.
-Ninguno cobra plus de peligrosidad a pesar de desarrollar su profesión rodeado de músicos.
-Muchos de ellos han recibido visitas de grandes sensheis de la meditación oriental para analizar su capacidad de autocontrol en una sesión de música folk con gaitas.
-Cuando la gente cuenta chistes sobre músicos todos ríen divertidos. Cuando los cuentan sobre técnicos todos asienten resignados.
-Sus cuatro frases mas utilizadas, y que además son complementarias, son:
1- Eso lo solucionaremos en la mezcla...
2- Eso deberíamos de haberlo solucionado antes de la mezcla...
3- Tranquilo, en el mastering se corregirá.
4- Oye tío, estamos masterizando, eso lo tenias que haber dicho en la mezcla.
-Nunca le preguntes a un técnico si le gusta tu canción.
-Cuando habléis divertidos acerca de cosas cotidianas de la vida real, él tratara de integrarse en la conversación sin conseguirlo.
Para terminar, añadir que el estudio es un sitio propicio para la generación de anécdotas esporádicas varias, teniendo en cuenta que tenemos encerrados en una habitación a unos 6 tíos como mínimo, todos ellos músicos o técnicos, durante unas cuantas semanas: el cóctel a la vista esta, es explosivo.
Se sabe, por ejemplo de tres músicos de jazz/folk (si, habéis leído bien), que se hallaban grabando tocando todos a la vez, cuando de repente se miran, se levantan de sus asientos sujetando su instrumento, y comienzan a caminar hacia atrás con una coordinación sin precedentes. El técnico observa asombrado y pregunta: “pero...¿qué hacéis?”, A lo que el guitarrista responde: “es que esta canción termina con un fade out...”(véase, canción que termina con una bajada progresiva del volumen). De todas formas no os extrañe, ya que se sabe de orquestas de pachanga que consiguen fácilmente este efecto tocando cada vez más suave mientras el cantante aleja poco a poco su micro de la boca... admirable!!!
También se conoce el caso del batería que tenia un sonido horroroso en su instrumento, por lo que el técnico le pregunta:” ¿Esos parches son nuevos?”, el batería responde: “Si, los puse ayer... “El técnico sigue trabajando tratando de sacar un buen sonido. Desesperado se levanta y entra en la cabina. Cuando se fija ve unos parches reventados, por lo que le vuelve a preguntar: “¿pero no decías que estos parches son nuevos?”, El batería responde: “si, los encontré ayer en la basura, los había tirado el batería de la orquesta de pachanga que ensaya en el local de al lado...”