A
Hola amigos.
Esta mañana estuve visitando a Germán Ocaña, Señor de sobra conocido por estos (y otros) lares. Esta visita se llevó a cabo con motivo de recoger mi cajón que le dejé y al que ha provisto de una serie de retoques y mejoras sonoras. Estas, para mi gusto, muy logradas, por cierto.
Durante mi visita tuve la suerte de ver y probar el nuevo modelo de Dani Forcada, percusionista de Jarabe de Palo, y que podéis observar en la web de Germán: http://www.ocanartesania.com
Lo que pude sacar (dentro de mis limitaciones) y escuchar de ese cajón me dejó perplejo... Sinceramente, nunca me hubiese imaginado que la simple madera pudiera llegar hasta estos extremos, debidamente trabajada y tratada, claro.
Si todos los cajones de Germán Ocaña poseen un sinfin de matíces y sonidos, que no siempre son fáciles de encontrar y hacer "hablar", para más inri, este modelo alberga algunos más, en los que yo nunca hubiese pensado. Resulta que aparte de tener los sonidos graves en sus diferentes "tonalidades" (los de la Kedada sabrán a qué me refiero), ha conseguido uno más, pero mucho más abajo, casi a la altura del logotipo. De esta parte del cajón se sacan incluso dos sonido diferentes, un grave más seco y otro más abierto, deslizando la mano y haciéndolo sonar como un "glissando"...
Esto por sí sólo ya sorprende y aníma a la hora de tocar, o sino imaginaos disponer de tonos y varios sonidos agudos en la parte superior y un mínimo de tres sonidos graves repartidos en la parte inferior del cajón.
Independientemente de todo esto, cuando llega el momento de que uno se tenga que sentar y no le quede más remedio que simplemente sonreír, es en el momento en el que Germán cuenta el porqué y el cómo de este sonido grave añadido.
Si véis la foto del cajón en la página de G. Ocaña, veréis que la parte frontal inferior no está curvada como en otros modelos. Pues esa curvatura la ha aprovechado Germán para hacer circular el aire en otra dirección. Esto me resulta más difícil de explicar, ya que se trata de física pura y dura y como que no es lo mio...
Creo haber entendido algo como que si al dar el grave en la parte superior, el aire se mueve y circula en una dirección, que es lo que provoca ese "sustain" tan característico de estos cajones. Al dar el grave en la parte más baja, circula en otra dirección, que es lo que hace que sea un grave mucho más suave. Esto sería mejor que lo matizara mejor Germán.
En definitiva, yo me he quedado alucinado ante este nuevo "descubrimiento" (que para mi lo es), y alguno pensará que me estoy volviendo pesado con los cajones Ocaña.
En este caso no me queda más que decir lo siento. Es así.
Por tanto, más Ocaña y mejor...
Un saludo a todos.
Esta mañana estuve visitando a Germán Ocaña, Señor de sobra conocido por estos (y otros) lares. Esta visita se llevó a cabo con motivo de recoger mi cajón que le dejé y al que ha provisto de una serie de retoques y mejoras sonoras. Estas, para mi gusto, muy logradas, por cierto.
Durante mi visita tuve la suerte de ver y probar el nuevo modelo de Dani Forcada, percusionista de Jarabe de Palo, y que podéis observar en la web de Germán: http://www.ocanartesania.com
Lo que pude sacar (dentro de mis limitaciones) y escuchar de ese cajón me dejó perplejo... Sinceramente, nunca me hubiese imaginado que la simple madera pudiera llegar hasta estos extremos, debidamente trabajada y tratada, claro.
Si todos los cajones de Germán Ocaña poseen un sinfin de matíces y sonidos, que no siempre son fáciles de encontrar y hacer "hablar", para más inri, este modelo alberga algunos más, en los que yo nunca hubiese pensado. Resulta que aparte de tener los sonidos graves en sus diferentes "tonalidades" (los de la Kedada sabrán a qué me refiero), ha conseguido uno más, pero mucho más abajo, casi a la altura del logotipo. De esta parte del cajón se sacan incluso dos sonido diferentes, un grave más seco y otro más abierto, deslizando la mano y haciéndolo sonar como un "glissando"...
Esto por sí sólo ya sorprende y aníma a la hora de tocar, o sino imaginaos disponer de tonos y varios sonidos agudos en la parte superior y un mínimo de tres sonidos graves repartidos en la parte inferior del cajón.
Independientemente de todo esto, cuando llega el momento de que uno se tenga que sentar y no le quede más remedio que simplemente sonreír, es en el momento en el que Germán cuenta el porqué y el cómo de este sonido grave añadido.
Si véis la foto del cajón en la página de G. Ocaña, veréis que la parte frontal inferior no está curvada como en otros modelos. Pues esa curvatura la ha aprovechado Germán para hacer circular el aire en otra dirección. Esto me resulta más difícil de explicar, ya que se trata de física pura y dura y como que no es lo mio...
Creo haber entendido algo como que si al dar el grave en la parte superior, el aire se mueve y circula en una dirección, que es lo que provoca ese "sustain" tan característico de estos cajones. Al dar el grave en la parte más baja, circula en otra dirección, que es lo que hace que sea un grave mucho más suave. Esto sería mejor que lo matizara mejor Germán.
En definitiva, yo me he quedado alucinado ante este nuevo "descubrimiento" (que para mi lo es), y alguno pensará que me estoy volviendo pesado con los cajones Ocaña.
En este caso no me queda más que decir lo siento. Es así.
Por tanto, más Ocaña y mejor...
Un saludo a todos.