Descubre el poder de los stickings: cómo crear sonidos únicos con cada patrón

seisillo de semicorchea y stickings


En un aula de batería es común escuchar al profesor enfatizar la importancia de que todos los stickings, ya sean simples, dobles o diddles, suenen uniformes. Se nos dice que si cambiamos de un patrón a otro, no debe notarse la diferencia. Sin embargo, ¿realmente esto beneficia nuestra capacidad de expresión en la batería? En mi opinión, la respuesta es un rotundo no.

Cada sticking tiene su propio sonido que puede ser adecuado para situaciones musicales específicas. Si bien es importante trabajar en el control y uniformidad de los patrones intentando que todas las notas suenen a la misma dinámica, también es beneficioso destacar las propiedades únicas de cada sticking y sus acentos naturales para crear música. En mi opinión, la música debería ser el objetivo final en todo esto. Para ilustrar este punto, podemos tomar como ejemplo los seisillos y explorar cómo diferentes patrones pueden afectar el sonido resultante en la batería.

Imaginemos un compás en 4/4 dividido en seisillos, es decir, con 6 notas por pulso. Si yo encontrara la notación que ves a continuación en una partitura sin indicaciones de stickings, probablemente lo tocaría con golpes simples, alternando primero la mano derecha y luego la izquierda hasta completar las 24 notas del compás. Esto se debe a que los golpes simples tienden a ser más uniformes y fáciles de ejecutar en este tipo de patrones.
seisillos de semicorchea en un compás de 4/4

Ahora, supongamos que quiero destacar ciertas notas en lugar de que todas suenen uniformes. Para lograr esto, podemos explorar los diferentes stickings en seisillos y sus esquemas de acentos. Como ejemplo, podemos usar un compás en el que tocaremos solamente en la caja golpes en la misma dinámica independientemente del sticking, seguido de otro en el que colocaremos la mano derecha en el timbal 1, y así notar las diferencias en el sonido resultante.

Golpes simples​

Al cambiar la posición de la mano derecha hacia otra superficie, la sensación rítmica puede transformarse de un compás de 4/4 a uno de 6/8. Esto puede ser una forma efectiva de explorar las modulaciones métricas en la música. El patrón utilizado en este caso tiene una duración de un solo seisillo.

Stickings posibles

Mandando con la derecha: R L R L R L
Mandando con la izquierda: L R L R L R


Golpes dobles​

Orquestando los golpes dobles, podemos hacer que el 4/4 se convierta un 3/4 y entrar en el reino de la polirritmia de 2 sobre 3 o 3 sobre 2. La duración de este sticking es de 2 seisillos.

Stickings posibles

Mandando con la derecha: R R L L R R | L L R R L L
Mandando con la izquierda: L L R R L L | R R L L R R


Paradiddle doble​

A mí me gusta llamarlo "paraparadiddle" y es el primer sticking de esta lista en el que vamos a encontrar algo más parecido a una melodía con síncopas que a un patrón que puede hacer que la sensación del compás se sienta diferente, como ocurre con los simples y los dobles. En este patrón se entiende perfectamente el 4/4 como tal. La duración de la melodía de este sticking es de 2 seisillos.

Stickings posibles

Mandando con la derecha: R L R L R R | L R L R L L
Mandando con la izquierda: L R L R L L | R L R L R R


Paradiddlediddle​

En El Bataconcepto, Xerach Peñate, Ramón Ángel Rey y Fotis Yiannopoulos nos han hablado de viguerías que se pueden hacer con este sticking tan amable para las manos, pero vamos a verlo en este contexto ahora. La melodía resultante podría encajar perfectamente en la canción "Jingle Bell Rock" de Bobby Helms. Esta melodía ocupa 1 seisillo.

Stickings posibles

Mandando con la derecha: R L R R L L
Mandando con la izquierda: L R L L R R

Six Stroke Roll​

El 6 stroke roll es probablemente el sticking que yo más utilizo en una combinación muy concreta, y además hice un pequeño artículo sobre la relación que este guarda con el Punk Rock. También te ha hablado de él y sus aplicaciones Jorge Tortosa en su aportación a El Bataconcepto. Al igual que el Paradiddlediddle, el six stroke roll ocupa 1 seisillo, y realmente podríamos decir que es un paradiddledidle desplazado, que empieza en la segunda nota de este, en el "ra" de "paraddiddlediddle". Escuchemos cómo suena.

Stickings posibles

Mandando con la derecha: R L L R R L
Mandando con la izquierda: L R R L L R


Estos ejemplos ilustran claramente la importancia de los diferentes stickings. Hasta ahora, hemos visto cómo la simple acción de mover la mano derecha de una superficie a otra puede crear diferentes melodías y acentos en un patrón de seisillos. Lo mismo se puede aplicar a otras superficies, introduciendo backbeats en lugares estratégicos para crear grooves interesantes o combinando diferentes timbales para crear partes imaginativas a partir de una única plantilla de seisillos.

¡Feliz práctica!
 
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    paradiddlediddle seisillo sticking
  • davidvaldes
    Enhorabuena por el artículo. No es común encontrar tu forma de pensar respecto a los “stickings” en el mundo percusivo.

    Los instrumentistas de cuerda usan diferentes golpes de arco (y sus combinaciones) para producir diferentes fraseos y articulaciones.

    Los percusionistas/baterías no usamos arcos, pero usamos baquetas, y combinando diferentes “stickings” y los diferentes tipos de golpes (“up”, “down”, “full”) producimos los diferentes fraseos y articulaciones. Si sumamos las dinámicas ya tenemos el pack completo.

    Tocar o estudiar queriendo que las diferentes combinaciones suenen igual es perder el tiempo porque estaremos negando todas las posibilidades musicales inherentes a esas combinaciones.

    Toco doble porque quiero que suene a doble. Toco simple porque quiero que suene a simple. Toco X porque quiero que suene a X. Toco Y porque quiero que suene a Y. Si toco doble, simple, X e Y y siempre sueno igual la relación estudio/beneficio musical es inexistente porque solo hay un resultado. Aceptar que diferentes “stickings” producen diferentes fraseos es aceptar que técnica y música van de la mano, y esa es la piedra Rosetta de lo que nos ocupa.

    Es increíble que a estas alturas todavía se den ciertos “mitos percusivos”.
     
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