Explico la técnica Toe-Heel (Punta-Talón), tal como la explica Steve Smith, que la obtuvo del gurú Freddie Grubber, profesor también de Dave Weckl y Neil Peart:
La idea es que, ante todo, el pie debe estar relajado, la maza debe rebotar totalmente sin impedimentos, con un golpe parecido al que hacemos con la baqueta cuando damos un free-stroke, es decir, un golpe que permite a la baqueta rebotar hacia atrás sin impedimentos, volviendo a la posición original por sí sola. En este caso, la maza del bombo es nuestra baqueta. De hecho, cualquier técnica de bombo deberia en principio obedecer este principio, a no ser que estemos dando golpecitos super-silenciosos rollo jazz, pero incluso estos pueden darse con esta técnica.
Es una gentle-technique, una técnica suave y delicada, aunque el resultado puede ser mega-poderoso. La ejecución, al igual que el free-stroke, aprovecha la inercia y el rebote. Es la técnica lo que nos permite esa fuerza y esa velocidad, no la fuerza que empleemos.
Colocamos el pie en el pedal. Y, a partir de ahora, todo lo que realicemos, lo haremos despacio, como si fuéramos a cámara lenta. Levantamos un poco la punta despacio en el aire y poco a poco pisamos la punta del pedal. Obviamente, la maza se mueve hacia el parche hasta tocarlo.
Bien, no detenemos el pie. Si seguimos el mismo movimiento, nos vemos obligados a levantar el pie de forma vertical sobre la punta, ¿correcto? La maza está pegada al parche y nosotros levantamos todo el pie prácticamente de forma vertical, hasta que está todo él levantado y sólo la puntita de los dedos toca el pedal. Es un poco ortopédico y extraño, pero tranquilos.
Posiblemente, al realizar este movimiento a cámara lenta, la maza ni siquiera ha sonado al contactar con el parche, y ahí sigue pegada. Perfecto, eso es lo que buscamos por ahora. Olvidad el sonido. Estamos practicando la mecánica del movimiento. Olvidaros de que suene nada.
Ahora que tenemos el pie vertical sobre la punta, realizaremos despacio el mismo movimiento pero al contrario: vamos poniendo el pie sobre el pedal, primero los dedos, luego la planta y luego el talón, despacio. Se produce un efecto curioso, al tocar el talón sobre el pedal, la maza vuelve a desplazarse hacia el parche con un movimiento muy parecido al anterior. Cuando la maza toque el parche, nuestro pie no se detendrá hasta que levantemos la punta un poco y sólo quede el talón sobre el pedal. De nuevo, lo ideal es que el golpe de la maza ni se oiga.
Y ahí es donde reside la idea: repetir este movimiento, primero despacio, luego un poco más rápido. Estamos creando una especie de movimiento de balancín, de columpio. El pie se está columpiando o balanceando sobre el pedal, y la maza toca dos veces, y rebota del todo hacia atrás. Eso es lo que Freddie Grubber llamaba el constant release, el rebote constante.
Todo esto debe realizarse con el pie relajado, y debemos olvidarnos del sonido, de golpear la maza contra el parche. Steve Smith afirma que él estuvo practicando el movimiento cada día durante 6 meses hasta que poco a poco consiguió sacar un poco de sonido sin modificar la mecánica suave del movimiento. La tentación es ver que "parece fácil" y empezar a aporrear el bombo a toda leche. No es así. Debes dominar ese movimiento, y hacer que el pie realice todo el giro completo y la maza quede completamente libre después de cada golpe.
Poco a poco, te das cuenta de que el movimiento de tu pie es realmente mínimo, el esfuerzo prácticamente inexistente, y la velocidad se coge sola. Y el pedal parece flotar, igual que tu pie.
Y empiezas a conseguir cosas extrañas, como golpes triples, cuádruples y quíntuples con un solo pie a una velocidad imposible. O consigues fabricarte una técnica de Möeller que sale sola de tu pie, que de pronto ha cobtrado vida propia.
Que conste que yo no domino esta técnica. La he practicado y he conseguido resultados, pero exige práctica diaria y disciplina. No puedes sentarte tenso y nervioso y empezar a golpear en busca de velocidad. No va así. Hay que conseguir la mecánica, la velocidad viene sola.
De hecho, a mí esta práctica me ha servido para fortalecer mi pie, hacer que se relaje él solito, tocar con la punta olvidando que tengo un talón, descubrir que puedo tener dinámicas con mis pies sin forzar nada en ningún momento, y sobre todo coger velocidad sin el más mínimo esfuerzo.
Ahora bien, Thomas Lang tiene razón: con velocidades serias, lo mejor es el rebote Toe-Toe, Punta-Punta, especialmente con golpes dobles, pero eso sí que exige disciplina atómica. Yo estoy empleando unas dos horas diarias sólo de pies, y soy un auténtico patata. Sin embargo, hago cosas que se me antojaban imposibles, como paradiddles acentuando con el talón y no acentuando con la punta, dobles y swiss triplets. No digo que lo haga bien y perfecto, pero lo hago, y eso no tiene precio.
El Toe-Toe es una especie de Toe-Heel abreviado, como usar dedos en vez de muñeca. Se puede conseguir un rebote constante sólo con la punta, pero no sé como explicarlo, tal vez debería intentar poner un vídeo, a ver si consigo una cámara y un poco de tiempo para grabarlo.