Fue ayer por la noche y todavía tengo la piel de gallina...
Y es que durante las dos horas que Llibert ha bañado “el Grec” con su particular música, nos ha transportado a los que estábamos en el público a lugares inimaginables.
La música de este hombre emociona, te eleva, hace que te estrelles, que flotes, que vueles, te calma, te enfurece, te provoca carcajadas, te para, y te revela la verdad... todo ello sin palabras, únicamente con las armonías y melodías que se fraguan en su mente y con la impenetrable simbiosis que se crea entre él y David Soler (guitarra y otras idas de olla), David González (Bajo), Quim Puigtió (sonido y manipulación) y Dani Domínguez (BATERIA).
Pero esta vez la criatura no se reduce a estas 5 personas, ya que Llibert, para acabar de dar rienda suelta a su increíble creatividad cuenta con la colaboración de la XXL big band, añadiendo una contundente sección de vientos a todo el espectáculo.
Aparte del valor musical de los temas, de las clases de emociones que te provoca, encima las sorpresas se van sucediendo a lo largo del evento. Llibert de repente construye una compleja composición sampleándose a si mismo en directo, tocando encima y multiplicándose una y otra vez hasta el infinito, consiguiendo un efecto extraterrestre y al mismo tiempo precioso. Los temas del “Revolts” son un juguete en manos de el Quintet y de la big band, manteniendo al público con la boca abierta y llevándolos a terrenos inesperados. De repente, un enorme cantante de Hip Hop, que guarda todo un kit de percusión electrónica en la boca, añade otro matiz más al tapiz musical que envolvió el grec.
Y como era de esperar, la gente del público, convertidos en devotos admiradores, aplaudimos, aplaudimos y aplaudimos consiguiendo que toda la banda volviera a salir hasta dos veces para regalarnos con un ratito más de locura, música en estado puro, algo de humor y emoción a raudales.
Que grande es Llibert Fortuny y que gran concierto viví anoche.
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Y es que durante las dos horas que Llibert ha bañado “el Grec” con su particular música, nos ha transportado a los que estábamos en el público a lugares inimaginables.
La música de este hombre emociona, te eleva, hace que te estrelles, que flotes, que vueles, te calma, te enfurece, te provoca carcajadas, te para, y te revela la verdad... todo ello sin palabras, únicamente con las armonías y melodías que se fraguan en su mente y con la impenetrable simbiosis que se crea entre él y David Soler (guitarra y otras idas de olla), David González (Bajo), Quim Puigtió (sonido y manipulación) y Dani Domínguez (BATERIA).
Pero esta vez la criatura no se reduce a estas 5 personas, ya que Llibert, para acabar de dar rienda suelta a su increíble creatividad cuenta con la colaboración de la XXL big band, añadiendo una contundente sección de vientos a todo el espectáculo.
Aparte del valor musical de los temas, de las clases de emociones que te provoca, encima las sorpresas se van sucediendo a lo largo del evento. Llibert de repente construye una compleja composición sampleándose a si mismo en directo, tocando encima y multiplicándose una y otra vez hasta el infinito, consiguiendo un efecto extraterrestre y al mismo tiempo precioso. Los temas del “Revolts” son un juguete en manos de el Quintet y de la big band, manteniendo al público con la boca abierta y llevándolos a terrenos inesperados. De repente, un enorme cantante de Hip Hop, que guarda todo un kit de percusión electrónica en la boca, añade otro matiz más al tapiz musical que envolvió el grec.
Y como era de esperar, la gente del público, convertidos en devotos admiradores, aplaudimos, aplaudimos y aplaudimos consiguiendo que toda la banda volviera a salir hasta dos veces para regalarnos con un ratito más de locura, música en estado puro, algo de humor y emoción a raudales.
Que grande es Llibert Fortuny y que gran concierto viví anoche.
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