
Bueno buenooo... No, de verdad que creo que hay que saber verse un poco desde lejos e intentar ver qué pensarías de un tío que habla o se comporta como tú mismo haces. A veces pienso que, si nos grabaran -sin saberlo- con una cámara de vídeo a todas horas durante un par de semanas, luego al verlo rectificariamos muchísimas cosas. Acabo de ver un post mío que alguien ha resucitado de hace tiempo y he pensado: "joder, qué mal humor tienes, pavo"...
Respecto al tema: el problema de la política es precisamente que hay que navegar entre todo un tejido histórico, social, ideológico, las necesidades, las encuestas, lo importante, lo que nos permitirá hacer esto o lo otro...
Siempre digo que da igual quién sea el nuevo presidente de los USA: haga lo que haga, van a morir unos o van a morir otros a lo largo del mundo. Por el simple hecho de que sea elegido uno u otro. Las cosas son así. Si mañana me eligieran a mí, haría unas cosas que ayudarían a unos y perjudicarían a otros. Y algunas de esas cosas habría que hacerlas en secreto. ¿Qué creéis que está pasando ahora mismo en el palacio de Mubarak? Que hay un montón de gente presionando en todos los sentidos, y todo en secreto. Nada que ver -o sí- con lo que cada país dice oficialmente a la prensa.
Y otra cosa: lo de la famosa frase "es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta", adjudicada a Henry Kissinger o a uno de sus presidentes, refiriéndose a Pinochet. Eso es lo que podríamos decir de Mubarak hasta hace una semana, y de muchos otros.
Occidente apoyó al sha de Persia, un dictador pero un hombre civilizado. Mantuvo a raya a los islamistas. Mientras tanto, el ayatollá Jomeini vivía mantenido a cuerpo de rey en París. Cuando no se pudo evitarlo más, todo cambió y dejamos tirado al sha y apoyamos el retorno de "nuestro amigo" Jomeini a Irán. Ahora podemos estar realmente contentos, con el régimen de tarados que domina ese país, antaño riquísimo, culto y abierto a todos... El sha reprimió a toda su oposición, sí, pero mantenía a esos locos asesinos a raya.
En cuanto a la actualidad, queremos democracia en Egipto, pero los Hermanos Musulmanes, una encantadora panda de fanáticos, tienen muchas ganas de inaugurar allí un circo de tres pistas y si puede ser volver a enviar el ejército a invadir de nuevo Israel. Si estas personas estupendas ganan unas elecciones democráticas, van a ser las primeras y las últimas, como en Irán.
¿Nos gusta que el tipo que manda en Argelia desde hace casi 20 años no piense aflojar su puño? Bueno, hace 20 años perdió las elecciones contra... los islamistas fanáticos. Eran otra adorable pandilla -el GIA- cuya campaña electoral consistía en parar autobuses llenos de gente -hombres, mujeres y niños- y cortarles sus cabecitas para que ordenasen sus ideas. Naturalmente, cuando el presidente decidió anular las elecciones y quedarse al mando, todos los países occidentales miraron hacia otro lado y se pusieron a silbar, mientras pagaban la factura del gas y el petróleo que pasan por Argelia hasta nosotros.
Todo esto es muy complicado, pero es bueno saber dónde estamos y qué es lo que ha pasado, y sobre todo por qué ha pasado.