El pasado dia 14 invité a mi padre, que es un fan de Glenn Miller desde siempre, a ver a esta gente en el Auditori de Barcelona y la verdad es que disfrutamos mucho con el show.
Aparte de ser un momento muy especial (mi padre, a sus 80 años, no habia visto nunca una banda de este calibre en directo) lo que vi en el escenario fue un grupo de musicazos enormes con una profesionalidad acojonante.
Llevaban el rollo que imagino debe ser típico en todas las orquestas: bromas y cachondeo entre los músicos mientras no tocaban (y cuando tocaban, también).
La banda es la rama inglesa del asunto y está compuesta por 5 saxos, 4 trombones, 4 trompetas, piano, contrabajo y batería más dos voces solistas que a ratos formaban un grupo vocal con dos de los trompetas.
Sonaron de muerte. Es increíble lo sincronizados que están y la capacidad de crear ambientes que tienen.
No llego ni a aficionado medio en esto del swing, pero sí que crecí oyendo a Glenn Miller y Gershwin en casa y debo decir que me pusieron de gallina la piel tocando exitos como Chatanooga Choo Choo, American Patrol, String of Pearls, Little Brown Jug, Pensylvania 6-5000, In the Mood... y sobretodo Moonlight Serenade. Lo dicho, la piel de pollo.
En la batería, este hombre:
Se llama Bobby Cleall y con esa pinta de trabajar en un banco sellando informes, es una bestia a los palos.
Tiene un swing que a mí me pareció impresionante (lo marcaba cogiendo y soltando el charles con la izquierda) y se marcó un solo muy bonito, la mitad del cual lo tocó con 4 baquetas y lo remató tirando por los aires las que le sobraban para engancharse al ritmo de la canción como el que no quiere la cosa...
Me encantan este tipo de señores-bateristas, así que he investigado un poquillo y, como no podía ser de otra manera, lleva tropecientos años en esto (como todos los de esa banda).
En su juventud fué roadie de Buddy Rich durante un tiempo. Escribió con Steve Gadd el libro "Steve Gadd close up" y ha sido maestro de, entre otros, Matt Letley de Status Quo.
Todo un crack.
Mención aparte el director de la orquesta (que me pareció a mí que, por lo menos en el escenario, no pintaba mucho; los músicos funcionaban solos) y las voces solistas (un hombre y una mujer).
Son unos personajes "pintorescos" con una pinta que hace que parezcan sacados de un salón de baile de Las Vegas en plena decadencia. Look yankee 100%, del tipo "Pulp Fiction" en la escena del concurso de baile. Eso sí, cantan de pm, sobre todo el tio, con un rollo Sinatra muy bien llevado.
En resumen un muy buen concierto y una experiencia curiosa y grata a la vez.
Aparte de ser un momento muy especial (mi padre, a sus 80 años, no habia visto nunca una banda de este calibre en directo) lo que vi en el escenario fue un grupo de musicazos enormes con una profesionalidad acojonante.
Llevaban el rollo que imagino debe ser típico en todas las orquestas: bromas y cachondeo entre los músicos mientras no tocaban (y cuando tocaban, también).
La banda es la rama inglesa del asunto y está compuesta por 5 saxos, 4 trombones, 4 trompetas, piano, contrabajo y batería más dos voces solistas que a ratos formaban un grupo vocal con dos de los trompetas.
Sonaron de muerte. Es increíble lo sincronizados que están y la capacidad de crear ambientes que tienen.
No llego ni a aficionado medio en esto del swing, pero sí que crecí oyendo a Glenn Miller y Gershwin en casa y debo decir que me pusieron de gallina la piel tocando exitos como Chatanooga Choo Choo, American Patrol, String of Pearls, Little Brown Jug, Pensylvania 6-5000, In the Mood... y sobretodo Moonlight Serenade. Lo dicho, la piel de pollo.
En la batería, este hombre:

Se llama Bobby Cleall y con esa pinta de trabajar en un banco sellando informes, es una bestia a los palos.
Tiene un swing que a mí me pareció impresionante (lo marcaba cogiendo y soltando el charles con la izquierda) y se marcó un solo muy bonito, la mitad del cual lo tocó con 4 baquetas y lo remató tirando por los aires las que le sobraban para engancharse al ritmo de la canción como el que no quiere la cosa...
Me encantan este tipo de señores-bateristas, así que he investigado un poquillo y, como no podía ser de otra manera, lleva tropecientos años en esto (como todos los de esa banda).
En su juventud fué roadie de Buddy Rich durante un tiempo. Escribió con Steve Gadd el libro "Steve Gadd close up" y ha sido maestro de, entre otros, Matt Letley de Status Quo.
Todo un crack.
Mención aparte el director de la orquesta (que me pareció a mí que, por lo menos en el escenario, no pintaba mucho; los músicos funcionaban solos) y las voces solistas (un hombre y una mujer).
Son unos personajes "pintorescos" con una pinta que hace que parezcan sacados de un salón de baile de Las Vegas en plena decadencia. Look yankee 100%, del tipo "Pulp Fiction" en la escena del concurso de baile. Eso sí, cantan de pm, sobre todo el tio, con un rollo Sinatra muy bien llevado.
En resumen un muy buen concierto y una experiencia curiosa y grata a la vez.