Pues viendo lo que comentáis estoy de acuerdo hasta cierto punto.
Ante todo, como opinión personal, creo que los políticos andan bastante perdidos. Al menos por lo poco que sé, están limitando las formas de manifestación y endureciendo las penas por cualquier exceso en ese aspecto. Aún así (de nuevo, como opinión poco fundamentada), parece que la sociedad en general no ha legitimado esta dirección, no ha aceptado estos puntos como necesarios ni favorables, y los rechaza, así que en la práctica cuando se aplica algo de la índole, se repudia fuertemente socialmente.
El que exista ésta (muy supuesta) tendencia represiva del estado ilegítima, pero legal, provoca que cueste un poco más manifestarse por cosas "pequeñas" por no jugársela "inútilmente", pero que cuando la gente se manifieste lo haga con más energía, y además con el apoyo popular.
También, el que se hayan ignorado las peticiones pacíficas hasta el momento creo que ha sido algo muy negativo, en todos los sentidos.
En general me parece bien y lógico este aumento de tono, pero me da miedo que se vaya de madre. De nuevo, planteo: imaginad que en tres meses hay una revuelta brutal, se relevan a los políticos de sus cargos, y "el pueblo toma el poder". Vale, ¿y ahora qué? De nuevo, vuelvo a caer en que éste punto de incertidumbre en general creo que es lo que provoca que no se avance demasiado. Da igual si las protestas son pacíficas o violentas; no hay objetivos comunes coherentes apenas claros.
Así, entiendo que dado todo esto se tienda a protestas más enérgicas, que demuestren más claramente la gravedad de la situación, e intentando a ver si hacen puto caso. Pero una pasada de la ralla y se lía (sea que se legitime la represión, sea que se anime gente de más a liarla), y no creo que pueda ser algo bueno en ningún caso, al menos no ahora.