Yo creo que lo ideal es haber estado en ambos lados...
Yo soy técnico (con poca experiencia, pero alguna), y evidentemente batería, y cuando hago de uno, me pongo en la piel del otro y viceversa.
Si estoy de batero en un directo, sé que no le puedo pedir mucho tom por monitor, o sé lo que jode que te vengan con "puede sonar algo más el bombo afuera?" (cuando desde dentro no se oye como desde fuera)... Y al revés, si estoy de técnico sé que el monitor de un batería es muy importante, ya que no va a oír nada si no es por ahí, y intento que el batero quede contento (y el resto también, claro)...
Un técnico que no es músico, suele ser un mal técnico (no siempre, evidentemente), igual que un músico que nunca ha estado detrás de una mesa jodido por la tendencia a acoplarse de tal monitor con tal micro, tenderá a enfadarse si el técnico no sigue sus indicaciones a la perfección y al momento.
Está claro que el técnico está al servicio de la música (y, por ende, del músico), pero hay límites. Por poner un ejemplo, si a alguien le gusta oír sus platos por el monitor, o usa monitoraje por cascos, o va a tener que joderse, ya que enseguida se acoplará con los OH (los micros que captan los platos)...
Yo creo que, a la par que firme y deciso, se tiene que ser comprensivo y un poco tolerante con el que, por cojones, va a ser compañero de trabajo durante un concierto
De todas formas, ese tío (el señor "4duros") es imbécil.
xD