Buenas, Wero. Yo uso indistintamente maderas nobles y contraplacados para construir cajones, y es cierto que son diferentes. De la misma manera que son diferentes uno de cedro a uno de caoba. Cada madera tiene una densidad, que en mi opinión es lo realmente importante, porque hace que el sonido se propague deprisa o despacio. El caso de la luthieria no se puede extrapolar a la percusión, porque nuestras necesidades son otras. Nosotros buscamos un sonido con volumen, nitidez y duración, la luthieria busca esto, y además, unas resonancias concretas por el hecho de que instrumento de cuerda usa notas definidas; las nuestras son relativas (puedes obtener intervalos definidos, pero no notas concretas -sino deberias usar un cajón para cada tonalidad, como si fueran harmónicas-). De ahí, deducimos la importancia de construir bien (planear bien los perfiles para un buen encolado sin encastes, varetajes justos y medidos, respeto escrupuloso de las medidas, etc), y la poca importancia de afinar la tapa o el fondo como se hace en la luthiería. Por lo tanto, si la densidad del contraplacado es la adecuada ( la del bueno es similar a la del cedro), el contraplacado vale, porque no tiene la necesidad de vibrar unidireccionalmente como en la luthiería. Lo que hay que buscar es que el sonido sea de calidad, y por experiencia, eso se consigue, en primer término, con un trabajo rigusoso y bueno.
Por cierto, en los cajones de maderas que tienes o has probado, ¿de que material son las tapas? Yo he intentado poner diferentes maderas y ninguna ha resistido la prueba, totas se rompen al hilo después de un uso normal/ fuerte. Es por eso que actualmente, aunque el cajón lo haga de maderas macizas, la tapa la pongo de contraplacado (del wüeno).
Un saludo. De verdad que lo que intento es aprender de vosotros, sólo expongo mi experiencia, y espero escuchar la vuestra.