Para practicar en casa desde luego que no merece la pena, lo que pasa es que este kit surgió, en palabras de Thomas Lang, a raíz de la necesidad de practicar en hoteles sin molestar a los vecinos cuando estaba de gira. Yo no lo he visto en realidad, pero he oído comentarios y parece que no es un kit sordo normal. Por ejemplo, tiene los pads intercambiables y de diferentes materiales, la base está hecha de alguna espuma que amortigua una barbaridad el sonido, en general es muy silenciosa y además se pliega sobre sí misma ocupando muy poco espacio. Vamos que es un caprichito, pero sólo si tienes necesidad de practicar en cualquier sitio, y además tienes dinero suficiente.