Hoy me he vuelto a enamorar...
Todo empezó cuando vi el anuncio. Allí estaba ese Hi Hat que ya en alguna otra ocasión me había sonreído tímidamente, como si quisiera decirme algo, pero que nunca me atreví pedirle que compartiera su vida conmigo.
Y allí estaba, sonriendo de nuevo en un anuncio de mi gran amigo Calamidad y yo sintiendo de nuevo esa hipnótica llamada disfrazada de A turka.
Así que quedé con él (con Jordi, no con el plato) y cuando llegamos a su local, creo que me atrapó irremediablemente en el primer baquetazo.
Aunque ya sabía cual era el destino, dudé un poquito y acabé cerrando el trato con Jordi.
Dios, era Lunes y hasta el Miércoles no podía ir al local a probarlo... Dos días de agonía en los que ese desconocido me llamaba una y otra vez en el maletero de mi coche, provocando un ansia en mí parecida a cuando de pequeño esperas impaciente la noche de reyes.
Y por fin llegó el día...
Llego al local e impacientemente y de manera torpe saco mi viejo Mel Lewis (perdona amigo) y monto, en el pie de hi hat, esa maravilla brillante y redonda que, de entrada, estéticamente desprende una belleza mitad cristal, mitad agua, que recrea la vista.
Esto fue todo lo que sentí a continuación.
El primer toque en el local es como cuando un extraño llega a cualquier sitio y aun no te has acostumbrado a su presencia. Siempre hay un momento de acomodarse al nuevo elemento en un entorno conocido. Con todos los platos o tambores nuevos me pasa, al principio suena algo extraño a lo que no estás acostumbrado. Con este plato dura unos segundos. Enseguida se hace dueño y señor del local, amigo del resto del kit y cómplice de tu manera de tocar.
Pero bueno..., describamos sus virtudes:
Es un hi hat con un tono tirando a frecuencias medias, pero muy cálido y controlado. Y estas dos palabras podría ir al final de cada frase que venga a continuación: Cálido y controlado, pero con una presencia elegante. Ni se esconde ni sobresale. Su presencia con el resto del kit, con el resto de instrumentos es simplemente perfecta.
Resalta también su cierto toque oscuro, que contribuye a su calidez, pero no interfiere en su presencia.
Presencia, esa es otra característica que enamora de este plato. Cuando lo tocas con el pie izquierdo, acompañando con swing el groove que esté haciendo el resto de tus extremidades es simplemente perfecto. El volumen, el tono, el sonido. Simplemente es ese, el que siempre hubieras deseado.
Y cuando lo tocas con la baqueta...
Cerrado tiene alma de funky. El baqueteo y el control de las dinámicas en este plato es perfecto, todas las notas están ahí , todos los dobles están ahí y están ahí con la dinámica perfecta (tocando en el borde o en el cuerpo), con un sonido precioso. Realmente me atrevería a decir que te hace tocar mejor. Por lo menos en mi caso se adapta perfectamente a mi forma de tocar y la embellece.
Semiabierto tiene alma de Rockero con buen gusto, o de Heavy clásico... Es “el sonido” de charles semiabierto: presencia, colchoncito agradable, calidez y control definirían esta característica del plato.
Y en ambos casos nuca pierde definición, nunca pierde calidez y sobre todo (lo comprobamos durante el ensayo) presume de gran musicalidad en su sonido y de ser un gran compañero con el resto de la banda. Ayuda a mejorar el sonido general del grupo.
Podríais pensar que exagero, realmente estoy contento e impresionado y ha pasado a ser en unos momentos el elemento preferido de mi kit.
Si ahora mismo me dijeron que tengo que ir a una jam session o concierto y solo me pudiera llevar una cosa, sin dudarlo me llevaría este charles.
Realmente es “el charles”.
Todo empezó cuando vi el anuncio. Allí estaba ese Hi Hat que ya en alguna otra ocasión me había sonreído tímidamente, como si quisiera decirme algo, pero que nunca me atreví pedirle que compartiera su vida conmigo.
Y allí estaba, sonriendo de nuevo en un anuncio de mi gran amigo Calamidad y yo sintiendo de nuevo esa hipnótica llamada disfrazada de A turka.
Así que quedé con él (con Jordi, no con el plato) y cuando llegamos a su local, creo que me atrapó irremediablemente en el primer baquetazo.
Aunque ya sabía cual era el destino, dudé un poquito y acabé cerrando el trato con Jordi.
Dios, era Lunes y hasta el Miércoles no podía ir al local a probarlo... Dos días de agonía en los que ese desconocido me llamaba una y otra vez en el maletero de mi coche, provocando un ansia en mí parecida a cuando de pequeño esperas impaciente la noche de reyes.
Y por fin llegó el día...
Llego al local e impacientemente y de manera torpe saco mi viejo Mel Lewis (perdona amigo) y monto, en el pie de hi hat, esa maravilla brillante y redonda que, de entrada, estéticamente desprende una belleza mitad cristal, mitad agua, que recrea la vista.
Esto fue todo lo que sentí a continuación.
El primer toque en el local es como cuando un extraño llega a cualquier sitio y aun no te has acostumbrado a su presencia. Siempre hay un momento de acomodarse al nuevo elemento en un entorno conocido. Con todos los platos o tambores nuevos me pasa, al principio suena algo extraño a lo que no estás acostumbrado. Con este plato dura unos segundos. Enseguida se hace dueño y señor del local, amigo del resto del kit y cómplice de tu manera de tocar.
Pero bueno..., describamos sus virtudes:
Es un hi hat con un tono tirando a frecuencias medias, pero muy cálido y controlado. Y estas dos palabras podría ir al final de cada frase que venga a continuación: Cálido y controlado, pero con una presencia elegante. Ni se esconde ni sobresale. Su presencia con el resto del kit, con el resto de instrumentos es simplemente perfecta.
Resalta también su cierto toque oscuro, que contribuye a su calidez, pero no interfiere en su presencia.
Presencia, esa es otra característica que enamora de este plato. Cuando lo tocas con el pie izquierdo, acompañando con swing el groove que esté haciendo el resto de tus extremidades es simplemente perfecto. El volumen, el tono, el sonido. Simplemente es ese, el que siempre hubieras deseado.
Y cuando lo tocas con la baqueta...
Cerrado tiene alma de funky. El baqueteo y el control de las dinámicas en este plato es perfecto, todas las notas están ahí , todos los dobles están ahí y están ahí con la dinámica perfecta (tocando en el borde o en el cuerpo), con un sonido precioso. Realmente me atrevería a decir que te hace tocar mejor. Por lo menos en mi caso se adapta perfectamente a mi forma de tocar y la embellece.
Semiabierto tiene alma de Rockero con buen gusto, o de Heavy clásico... Es “el sonido” de charles semiabierto: presencia, colchoncito agradable, calidez y control definirían esta característica del plato.
Y en ambos casos nuca pierde definición, nunca pierde calidez y sobre todo (lo comprobamos durante el ensayo) presume de gran musicalidad en su sonido y de ser un gran compañero con el resto de la banda. Ayuda a mejorar el sonido general del grupo.
Podríais pensar que exagero, realmente estoy contento e impresionado y ha pasado a ser en unos momentos el elemento preferido de mi kit.
Si ahora mismo me dijeron que tengo que ir a una jam session o concierto y solo me pudiera llevar una cosa, sin dudarlo me llevaría este charles.
Realmente es “el charles”.