9 meses subido a un árbol esperando a que su mujer se disculpe por infidelidad
Sanjay pilló a Tara poniéndole los cuernos con el vecino y decidió subirse a una guayaba hasta que ella le pidiera disculpas. Se subió el pasado 9 de marzo y allí sigue.
Como el héroe de la deliciosa novela de Italo Calvino “El Barón rampante”, el protagonista de esta insólita noticia decidió subirse a un árbol empujado por un enfado. Pero en el caso de este “varón rampante” indio de 25 años, el enfado vino dado por la infidelidad de su señora (así que lo más adecuado sería denominarle “cabrón rampante”, si se nos permite la expresión).
Según información publicada por The Asian Age, cuando Sanjay se casó con Tara se la llevó a vivir de Varanasi a Mumbai, ciudad en la que él estaba trabajado. Una tarde que volvió a casa antes de lo habitual, Sanjay se encontró a Tara encamada con el vecino. Presa de un lógico enfado, el cornudo se la llevó de vuelta a Varanasi, suponemos que para alejarla de la tentación.
Pero la esposa insistía en volverse a Mumbai y, tras una acalorada discusión, ella decidió marcharse a casa de sus padres. Entonces fue cuando Sanjay tomó la extravagante y radical decisión de encaramarse a un árbol de guayaba y no bajarse de allí hasta que la traidora Tara le pidiera disculpas y aceptase volver con él.
Aunque parezca extraño,
se dan casos de gente que decide instalarse a vivir en un árbol, pero el 99,9% lo hacen por necesidad y no como medida de presión. El caso es que la disputa doméstica sucedió en marzo y, nueve meses después, el terco calzonazos aún sigue en su refugio arbóreo y en sus trece.
En su residencia-guayaba, Sanjay vive, come, duerme, se aburre (suponemos) y, como es lógico (y acrobático), hace sus necesidades fisiológicas. En un principio se alimentaba de guayabas. Hasta que se las comió todas. Desde entonces es su familia quien le lleva alimentos. “Creemos que podría hacerse daño si intentamos bajarle. Mientras esté seguro allí, estamos felices por él”, ha declarado Nisha, su estoica hermana.
Sanjay ha amenazado con suicidarse si intentan bajarle del árbol, y de momento ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto. Sus familiares han intentado convencer a Tara de que vuelva con el marido, pero, igual que él no se baja del árbol, ella se niega a bajarse del burro.
Algunos testigos afirman que, cuando cree estar sólo, Sanjay baja un rato a estirar las piernas, pero en cuanto advierte la más mínima presencia vuelve a subirse raudo a su ecológico hogar.
http://blogs.lainformacion.com/strambotic/2012/12/24/indio-guayabo/