Si tocas relajadamente y la música no es un subidón sostenido insoportable, no te debe pasar.
A mí sólo me ocurre esto cuando toco en la calle con el marching
pero es una situación muy peculiar, en la que tengo que estar a piñón y no parar de darle muy muy duro, porque hago de solista, con mucho ruido y tocando a todo trapo con rimshot sin parar.
Entonces noto al rato que tienden a hacerse rozaduras en mis índices, y lo que hago es cambiar un poco la posición, de forma que evito incidir más en los mismos puntos y evito la ampolla.
Tienes que estar consciente mientras tocas, no olvidarte de tu posición, de tu respiración, de cómo agarras las baquetas.
Es mejor hacer cosas sencillas, muy simples, pero con esta conciencia, que ir más allá de tus límites y quitarle a lo que haces esa gracia que tiene todo aquel que está presente y consciente de lo que está haciendo en cada momento.
Por otra parte, también hay que buscar en la música que haya altos y bajos, y no estar siempre a todo trapo, entre otras cosas, porque no es sano para los músicos (ni para el que escucha).
Bueno, es mi opinión, una más.
Un abrazote
Rubén