Bueno, pues os comento un poco la experiencia:
Antes que nada, decir que este era uno de esos retos pendientes del tipo "Antes de irme de este mundo tengo que hacer....", y este año los Reyes Magos me han traído este regalo de Oriente. Regalo que, por cierto, el día de Reyes me ilusionó pero que a medida que se acercaba el 16 de Febrero me iba acojonando in crescendo...
Y nada, la sensación es indescriptible.
Ya cuando te están dando las explicaciones en tierra te acojonas bastante-mucho: que si un minuto en caída libre a 200Km/h, que si luego se abre el paraca y planeas durante 5 minutos a no ser que éste no se abra... Será graciosillo el instructor
Y p'arriba.
Te montas en el avión con tu instructor y el cámara, que la lleva acoplada a su casco. Mamonessss.... todos llevan casco menos el cliente!! MIEDOOOOO
El avión va subiendo y desde la gran puerta transparente se va viendo el precioso paisaje de la Costa Brava: Cap de Creus, Golf de Roses, Francia y los Pirineos... pero la mente en ese momento no está para saborear tan bella imagen. Bastante trabajo tenía intentando que no se notase que ese bulto de mi cuello no era la nuez, sino mis dos cojoncetes...
Y llega el momento.
Se abre la compuerta y empieza a entrar un ruido infernal y un poco de frío.
Estamos a 4.000 metros, cágate lorito.
Y sin pensárselo mucho.... hacia la puerta y a saltar.
Madre mía. Ahí se me acabó el mundo.
De verdad que el momento de saltar del avión es lo más fuerte que he vivido en mi vida, y con mucha diferencia. Ahí se pasa miedo real. Auténtico acojone, vamos.
La sensación de saltar al vacío desde tanta altura y coger los 200Km/h es realmente terrible. Y eso que hace un mes me monté en el Furious Baco de Port Aventura y me pareció fuertecillo... pues nada, eso es un juguete para niños.
Pero entonces viene lo mejor del mundo.
Una vez estabilizados en esa velocidad de caída libre vienen 40 segundos en los que la sensación es de volar. Sí, sí. No parece que caigas. Ya tienes la velocidad incorporada y si no fuese porque se te deforma la cara cuando abres la boca o la relajas... parecería que volases como un pájaro.
El cámara se acercó también en su caída libre, nos dimos la mano en el aire.
Entonces ves lo pequeño e insignificante que eres y lo precioso que sería poder volar como un ave. Es poesía en movimiento.
Pero los violines acaban justo cuando se abre el paraca.
Parece que una mano divina te rescate de la caída y te de un tirón que te lance de nuevo hacia la estratosfera. Y es que pasar de los 200 a los 40Km/h, en lugar de sensación de freno, te da la curiosa sensación de que te lanzan en vertical hacia arriba. Ese momento también acojona bastante, para qué engañarnos.
Y una vez abierto y estabilizada la velocidad.... otro rato más de belleza y paz. Entonces ya no se tiene sensación de caer ni de estar volando. Con el paracaídas abierto la sensación es de planeo. Imagino que lo mismo que se siente en ala delta. Ahí te calmas, disfrutas de la preciosa vista. No pude evitar emocionarme y se me cayeron unas lagrimillas. Y ahora, recordándolo, la gallina de piel tengo. Fueron unos 5 minutos de libertad total. Imagino que lo más cercano a estar en el cielo eternamente con Katherine Zeta-Jones, ¿no?
Y nada, el paracaídas se va acercando al suelo y tenía claro que no quería acabar cayendo al piso como los saltos que tuve la oportunidad de ver antes de coger mi avióin, así que al llegar a tierra seguí la inercia del instructor y al contactar con el suelo me puse a correr como él. 4 o 5 pasos y ya estábamos detenidos, a salvo, con un subidón de adrenalina como nunca lo había sentido. Emocionado y gritando de felicidad. Sólo podía dar las gracias a todos por semejante experiencia. Joder, pero si estoy llorando de nuevo... si es que soy un blandengue.
En fin, de verdad que este es el típico sueño que se ha cumplido. Ya he conocido a Paco de Lucía y me he tirado de un avión. Me faltan nadar con tiburones y conocer a Michael Jackson, jajajaja
Ahora en serio... si tenéis una oportunidad para vivir semejante experiencia, de verdad. No lo dudéis. Lanzaos. Volad.