Los beneficios de tocar un instrumento

B
Artículo sobre este tema. Me parece interesante, aunque por razones obvias discrepo en parte de los dos últimos párrafos.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2009/11/09/189056.php

Los beneficios de tocar un instrumento

Practicar de forma habitual mejora las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial


La música es un creciente campo de investigación en la manera de entender los procesos mentales implicados en el comportamiento. Una investigación reciente asegura que la práctica musical se asocia con la plasticidad estructural y funcional del cerebro que, a su vez, confirma que éste puede ser modelado a través de la experiencia. Por este motivo, cada vez más especialistas recomiendan una formación musical para mejorar las habilidades lectoras y de escritura, sobre todo, en niños con dislexia.



Durante la última década se ha generalizado la investigación con músicos profesionales para el estudio de la plasticidad del cerebro. El motivo parece claro: para lograr una gran velocidad en los dedos, un músico necesita un gran entrenamiento mental. Un estudio realizado hace varios años ya concluía que un buen pianista o violinista pueden llegar a practicar 7.500 horas antes de cumplir 18 años. Los trabajos elaborados con este grupo parecen verificar los beneficios que experimenta la fisiología cerebral cuando se aprende a tocar un instrumento. Lutz Jäncke, profesor del Instituto Tecnológico de Zúrich (Suiza), ha recogido la mayor parte de los estudios realizados en la página web "Faculty of 1000", donde más de 2.000 científicos relevantes opinan sobre la investigación científica principal.



Mejorar la inteligencia

Jäncke propone la música como terapia neuropsicológica, ya que mejora, sin duda, las habilidades del lenguaje, la memoria, la conducta o la inteligencia espacial (capacidad para percibir de forma detallada el mundo y formar imágenes mentales de los objetos). Esta última es fundamental para los pensamientos de la vida cotidiana, desde solucionar problemas matemáticos complejos hasta envolver el almuerzo diario.



Un estudio llevado a cabo con niños de seis años, a quienes se enseñó a tocar un instrumento durante 15 meses seguidos, demostró que, al final del entrenamiento musical, todos los menores experimentaron cambios en su anatomía cerebral. Las áreas usadas para procesar la música resultaron ser mayores y más activas. Publicado recientemente en la revista "Journal of Neuroscience", es el primer estudio que se realiza sobre esta temática.



Las regiones afectadas empiezan a cambiar, incluso, a los pocos meses de iniciar el entrenamiento musical. Otra investigación canadiense de la Universidad McMaster, elaborada en 2006, señalaba que los cambios se comienzan a detectar a partir de los cuatro meses de enseñanza.


Terapia musical


Las regiones del cerebro implicadas en el procesamiento de la música también son necesarias para otras tareas, como la memoria o habilidades del lenguaje. Por tanto, "si la música tiene una fuerte influencia en la plasticidad del cerebro, es posible que este mismo efecto pueda utilizarse para mejorar el rendimiento cognitivo", asegura Jäncke. Por este motivo, propone aprender a tocar un instrumento como terapia neurocognitiva. Uno de los estudios más importantes en este sentido lo realizó Teppo Sarkamo, neurólogo de la universidad de Helsinki, en 2008.



En él, intentó examinar si escuchar música a diario aumentaba las probabilidades de recuperar las funciones neurocognitivas y del estado de ánimo tras un accidente cerebrovascular (ictus). Los resultados mostraron una mejora significativa en la recuperación de la memoria verbal y de la capacidad de atención. También hubo una mejora sustancial del estado de ánimo. Según Jäncke, la música puede utilizarse como una herramienta no invasiva para terapias neurológicas. La formación musical, además, podría mejorar las habilidades lectoras y de escritura, más si se utiliza con niños disléxicos.


Todo ventajas


Además de los beneficios fisiológicos citados, la práctica de tocar mejora el estado anímico de los niños y su relación con los demás. Carolyn Phillips, directora ejecutiva de la Joven Sinfónica de Norwalk es autora de "Twelve Benefits of Music Education", donde enumera las ventajas globales de la música. En el terreno individual, tocar un instrumento convierte a quien lo hace en una persona metódica que cuida los detalles (de lo contrario, no suena bien), planifica bien las tareas y tiene mucha capacidad de atención. Esta conducta puede trasladarse a la labor propia del estudiante, a quien se exige calidad y resultados.





La música es un medio de expresión, y una consecuencia de ello es una buena autoestima. Enseña a los jóvenes a vencer el miedo y asumir riesgos, aporta seguridad y autoconfianza. Si se forma parte de una orquesta o grupo, la práctica mejora el trabajo en equipo (para lograr un objetivo único) y la disciplina: para que una orquesta suene bien, el conjunto debe trabajar en armonía. Favorece el compromiso para aprender, asistir a los ensayos y practicar en casa.


MI PRIMER INSTRUMENTO MUSICAL




Los niños atraviesan un periodo en el que la melodía y el ruido son lo mismo: un simple efecto sonoro. En este aprendizaje, cualquier instrumento de percusión es su favorito, y cualquier elemento es susceptible de ser un tambor. El psicólogo Jean Piaget asegura que en este momento el niño tiene delante un objeto de curiosidad por descubrir. Pero llega un momento en que el niño, si muestra interés por la música, querrá ir más allá. La mejor edad para iniciarse en el estudio musical, con un instrumento "de verdad"(WTF?), es a partir de los cinco años.





Sin embargo, no se recomienda a los padres imponer este aprendizaje y se aconseja que sea el propio niño quien escoja el instrumento que quiere aprender a tocar, si bien el piano y la flauta son los dos que menos exigen a los niños de esta edad. Si se decide contratar a un profesor, es esencial que éste tenga experiencia previa con niños muy pequeños, ya que el aprendizaje difiere al de los adultos. La enseñanza más adecuada a estas edades aprovecha la imaginación y la espontaneidad del menor, en lugar de imponer una disciplina cerrada, con el objetivo de que las clases se conviertan en una sesión de juegos con música y movimiento, no una tarea obligatoria.
 
Bugman dijo:
...iniciarse en el estudio musical, con un instrumento "de verdad"(WTF?)...

Será posible...

Precisamente ahora que he abierto un hilo preguntando un poco para aprender un instrumento melódico, voy y leo esto...

En serio que todavía hay gente que piensa que la batería/percusión no es un instrumento? Supongo que esta expresión ha sido más bien un error desafortunado.
 
S
Si lees el párrafo entero, el sentido de la frase es muy claro. Yo no sé si fué Piaget o es el que escribe este artículo el que hace el apostillamiento... pero si es Piaget, al que me ha tocado estudiar durante años, debo decir que me alegro de que haya dado a conocer sus descubrimientos sobre estimulación temprana y la influencia de ésta en el posterior desarrollo psicomotriz... estimulación que está claro que sus padres no llevaron a cabo con él.
 
Bugman dijo:
Los niños atraviesan un periodo en el que la melodía y el ruido son lo mismo: un simple efecto sonoro. En este aprendizaje, cualquier instrumento de percusión es su favorito, y cualquier elemento es susceptible de ser un tambor. El psicólogo Jean Piaget asegura que en este momento el niño tiene delante un objeto de curiosidad por descubrir. Pero llega un momento en que el niño, si muestra interés por la música, querrá ir más allá. La mejor edad para iniciarse en el estudio musical, con un instrumento "de verdad"(WTF?), es a partir de los cinco años.

Yo creo que no es malintencionado y que cuando dice "instrumento de verdad" lo hace porque antes mencionaba que los niños aporrean cualquier objeto convirtiendolo en un "instrumento simulado".
No creo que realmente esté haciendo de menos a la percusión. Una batería o un tambor o una pandereta serían también "instrumentos de verdad"
 
Totalmente de acuerdo: ¿quien no ha tocado alguna vez una bateria simulada? no ya con 5 años sino ahora tambien..en mi caso cuando no tengo el equipo a mano, le zurro a lo que pillo.La verdad y en mi caso con dos crios pequeños lo he vivido, es que a esas edades bien tempranas no les da por simular un trombon, guitarra, acordeon, violin, etc.. sino la percusion, de echo mi hijo de 7 años lleva ya dos en la escuela de musica recibiendo clases de solfeo y percusion, porque crei conveniente que yo hiciera lo que ojala hubieran hecho mis padres conmigo.
 
La percusión (hablo de la de instrumentos...xD) viene de nuestro lado más primario en principio, luego lo desarrollamos y contextualizamos, si eso no es ser un instumento de verdad macho, yo no sé qué coño es...:ok:
 
S
Conclusión 1: apuntad a vuestros hijos a clases de música.
Conclusión 2: los que tocamos algún instrumento la tenemos más grande :D
 
¡Lo sabía!
¡¡LOS MUSIQUEROS SOMOS SUPERHOMBRES!!

:metal: :batera:
 
R
Sefe dijo:
Conclusión 2: los que tocamos algún instrumento la tenemos más grande :D

Y yo pensando que era "superdotado" porque si... <img src="{SMILIES_PATH}/eusa_whistle.gif" alt=":-\"" title="Whistle" />
 
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