Lo peor no es el silencio

Os pongo un articulo de Imma Monsó que salio en La Vanguardia.

"Muchos conciertos navideños celebrados por estas fechas han parado un minuto para relfexionar sobre la situación de las escuelas de música de iniciativa privada. La asociación que las representa lleva tiempo exigiendo al Gobierno catalán el apoyo económico y la atención que se les presta en otras comunidades. Este apoyo, venga del gobierno o de los ayuntamientos, es el único camino para que los estudios musicales en sus primeros tramos dejen de ser inaccesibles para quienes no pueden pagarlos. Aunque por norma general, creo en la escuela pública como garante de la cohesión social y cultural de un país, suelo anteponer a mis creencias otros criterios que me parecen prioritarios. Y no veo por qué razón, si se hicieron conciertos con la privada porque la oferta pública no cubría la enseñanza obligatoria, no deberían hacerse con enseñanzas mucho más vulnerables como la música.

Por un lado, es imposible crear una oferta cualitativa y cuantitativa suficiente desde el sector público para este tipo de estudios; las plazas de las escuelas municipales nunca han bastado y, en muchas localidades, la privada es la única opción. Por otro lado, la oferta ya existe: son tantas las escuelas privadas de música que se han convertido en auténticas instituciones en nuestro país que no cabrían en este artículo. Escuelas que se han consolidado a base de mucho esfuerzo. Escuelas sufragadas al ciento por ciento por los alumnos. Escuelas que se han mantenido gracias a hacer equilibrios con los sueldos míseros de los profesores, y que han subsistido gracias a mucho vocación y poco afán de lucro. Escuelas, en definitiva, que han destinado mucha energía a combatir la tiranía de los 40 Principales.
No convertiu la música en silenci (no convirtais la musica en silencio) es el eslogan que preside su lucha. Pero estaríamos de suerte si la mayor amenaza fuera el silencio. No, la peor amenaza es todo el ruido que se deriva de esas políticas de café para todos tan características de cierto populismo de izquierdas. El tipo de políticas que hacen pasar por música cualquier baratija para entretener al personal sin criterio alguno y menospreciando toda la labor esforzada que se ha hecho a lo lgargo de los años. Y puesto que hablamos de política educativa, aprovecho para desearles lo mejor al Taller de Músics en su reunión del 8 de enero en la coonselleria: llevan años pidiendo la posibilidad de otorgar titulación oficial sin conseguirlo. (De acuerdo, la normativa es la normativa, pero tiene narices que una institución con treinta años de historia, que ha sido de capital importancia para la difusión del jazz y del flamenco en Barcelona, se le haya denegado hasta ahora esta posibilidad por las reducidas dimensiones de sus aulas, cuando al mismo tiempo la administración ha destinado un dineral, durante la época de vacas gordas, a erigir grandes contenedores sin rellenarlos de idea musical alguna).

En fin, la música pocas veces ha tenido grandes historias de amor con el poder. Sin embargo, queda la esperanza. A principios de noviembre se aprobó una resolución para que el Gobierno catalán elabore un estudio sobre la realidad de las mencionadas escuelas. Ellas reconocen haber notado cierta sensibilidad en las negociaciones, aunque nada concreto por el momento. Ojalá que sea sólo el primer paso para la resolución del conflicto. Algo se mueve, parece que para bien, en la política cultural catalana. Si este moviemiento sabe combatir con audacia la tentación del populismo del todo a cien, será para bien. Porque el todo a cien es nocivo para el mundo de la enseñanza en general. Pero para la enseñanza de la música es, más que nocivo, demoledor."

Pues eso, a ver si se ponen manos a la obra y dan mas facilidades para la difusion de la buena musica y la formacion de musicos con nivel y a ver si los del Taller pueden dar la titulacion oficial.
 
Esperemos que sean capaces de hacer algo coherente, que ya va siendo hora.
De todas maneras no estaría mal que, de pasada, incluyeran medidas para mejorar las escuelas municipales, que en algunos pueblos rozan el patetismo.
 
Arriba Pie