Id preparando las carteras, bateristas...
Nuevo Live de Porcupine Tree, dos CD's y un DVD con un concierto entero, todo ello de su última gira tocando prácticamente entero el álbum "The incident", un concept-album a la vieja usanza, que aunque está dividido en canciones forma casi todo él una sola pieza enorme, cambiante y llena de belleza, agresividad, oscuridad, sensibilidad y todas aquellas maravillas a las que ya nos tienen acostumbrados Steve Wilson & Co.
Como aperitivo, aquí tenéis uno de los tracks del DVD (no sería la mejor canción, así que si os gusta, imaginad cómo es el resto), se llama "I drive the hearse" y, como siempre, el amigo Harrison se dedica a variar su parte de arriba a abajo, añadir acentos y ghosts notes en lugares imposibles, hacer hablar a los platos, los toms y la caja y mostrarnos el último de sus trucos: una baqueta que aparece hacia el final, con una punta-bola que supongo que está acoplada a un muelle de forma que queda suelta al golpear el parche y rebota como rebotaría cualquier pelota, creando un efecto fantástico.
Francamente, me estoy empezando a quedar sin palabras para describir lo de este hombre: ha introducido conceptos rítmicos innovadores, ha conseguido hacernos bailar con un 21/16 como si fuera un 4/4 ("Halo"), ha innovado con DVD's instruccionales de verdad, ha investigado nuevas formas de hacer cosas antiguas, le ha dado una vuelta de 180 grados a lo que todos esperamos oír en un doble pedal sin tener ni idea de velocidad ("Futile"), ha puesto en práctica conceptos en apariencia difíciles como las sustituciones o los compases compuestos haciéndolos sonar como si no estuvieran ahí...
Algún día, este señor será recordado como uno de los mejores bateristas de la Historia, al mismo nivel mítico de los grandes y viejos nombres que todos tenéis en la cabeza...
Nuevo Live de Porcupine Tree, dos CD's y un DVD con un concierto entero, todo ello de su última gira tocando prácticamente entero el álbum "The incident", un concept-album a la vieja usanza, que aunque está dividido en canciones forma casi todo él una sola pieza enorme, cambiante y llena de belleza, agresividad, oscuridad, sensibilidad y todas aquellas maravillas a las que ya nos tienen acostumbrados Steve Wilson & Co.
Como aperitivo, aquí tenéis uno de los tracks del DVD (no sería la mejor canción, así que si os gusta, imaginad cómo es el resto), se llama "I drive the hearse" y, como siempre, el amigo Harrison se dedica a variar su parte de arriba a abajo, añadir acentos y ghosts notes en lugares imposibles, hacer hablar a los platos, los toms y la caja y mostrarnos el último de sus trucos: una baqueta que aparece hacia el final, con una punta-bola que supongo que está acoplada a un muelle de forma que queda suelta al golpear el parche y rebota como rebotaría cualquier pelota, creando un efecto fantástico.
Francamente, me estoy empezando a quedar sin palabras para describir lo de este hombre: ha introducido conceptos rítmicos innovadores, ha conseguido hacernos bailar con un 21/16 como si fuera un 4/4 ("Halo"), ha innovado con DVD's instruccionales de verdad, ha investigado nuevas formas de hacer cosas antiguas, le ha dado una vuelta de 180 grados a lo que todos esperamos oír en un doble pedal sin tener ni idea de velocidad ("Futile"), ha puesto en práctica conceptos en apariencia difíciles como las sustituciones o los compases compuestos haciéndolos sonar como si no estuvieran ahí...
Algún día, este señor será recordado como uno de los mejores bateristas de la Historia, al mismo nivel mítico de los grandes y viejos nombres que todos tenéis en la cabeza...