NUX DM-110: Kit de batería electrónica para principiantes controlada vía app


Tras haber probado unos cuantos kits de batería electrónica de Nux en Batacas, es hoy el turno de una de las más asequibles de la familia: la DM-110 se posiciona en el segmento de los principiantes, ofreciendo simplicidad y accesibilidad gracias a una app sin sacrificar funcionalidades clave.

Echémosle un vistazo: pasamos a desgranar sus características, sonido y usabilidad, imaginando cómo encajaría en una situación de práctica en casa.

Lo que distingue a la NUX DM-110​

La DM-110 es un kit de batería electrónica básico pero bien pensado, con un enfoque en la inmediatez: cuatro pads de 8 pulgadas (incluyendo bombo, caja y dos toms), tres platos de 10 pulgadas (hi-hat, crash y ride) y un rack ligero de aluminio. No hay lujos como pantallas táctiles o conectividad inalámbrica de serie, pero incluye un módulo de sonido minimalista con solo tres botones, que se expande enormemente vía app móvil.

Lo que la hace destacar es su equilibrio entre precio (alrededor de 300-400 €) y versatilidad: 12 kits preconfigurados (incluyendo electrónicos, percusión latina y china), más tres personalizables, y un adaptador Bluetooth para control remoto. Es para quienes buscan "lo justo" sin complicaciones, pero con algo de espacio para crecer.

Diseño y facilidad de uso​

El diseño de la DM-110 pone el énfasis en la practicidad. El rack es delgado y los soportes de platos son finos, lo que podría preocupar por estabilidad, pero en pruebas reales apenas se mueven al tocar con fuerza. Los pads de malla sintética responden bien a golpes moderados, y el módulo — equipado solo con 3 botones — se opera en segundos. Usando el botón central, se accede a tres familias de funciones principales: moverse por los kits (9 de fábrica + 3 que podemos personalizar por partes), controlar volumen de salida y acceder al metrónomo y ajustar su velocidad.

La verdadera magia llega con la app móvil (disponible para iOS/Android vía Bluetooth con el adaptador incluido). Una bandejita en el módulo invita a posar el teléfono, y una vez conectado, desbloqueas un editor visual: selecciona kits con iconos intuitivos, ajusta volúmenes independientes por pieza (bombo, caja, etc.), pitch, panorámica y hasta reverb por elemento. No emite sonidos la app —todo sale del módulo—, pero facilita ediciones profundas como sensibilidad, threshold y otros parámetros para cada pad. Para principiantes, la app es plug-and-play; para intermedios, una posibilidad de profundizar. Incluye metrónomo avanzado con sonidos personalizables y subdivisiones (negras, corcheas). El único "pero" es la dependencia del móvil para lo avanzado, aunque para una sesión rápida de prácticas, el kit funciona en modo standalone.

Sonido y kits de la DM-110​

El módulo de la DM-110 alberga varios kits, de los cuales del 1 al 9 comprenden las baterías acústicas de varios estilos (jazz, rock, metal), el 10 es electrónico (basado en l caja de ritmos Roland TR-808), el 11 percusión latina (congos, timbales con reverb natural) y el 12 corresponde a la percusión china (gongs y tambores tradicionales). Los tres custom adicionales permiten cargar muestras de la librería para crear un modelo personalizado, pero vienen vacíos de fábrica.

En los samples (los sonidos en sí) es donde quizás no saca tan buena nota: no están a la altura de algunos de sus competidores, pero son suficientes para un principiante en 2025. Responden correctamente por lo que no serán ningún obstáculo para practicar, ni necesariamentecausarán gran fatiga auditiva.

Conectividad y expansión​

La DM-110 incluye las conexiones básicas (auriculares, Aux in) y algunas más: tenemos una salida en mono de jack de ¼” (ideal para un monitor de batería como el NUX DA-30BT) y una USB tipo B, que nos sirve para conectarnos a un ordenador y usar la DM-110 como interfaz de audio: nos permitirá grabar directamente al DAW audio y MIDI separado por pistas.

Además, hay conexión para un pad adicional, idóneo para ampliar, por ejemplo, los platos que usamos.

Conclusión general​

La NUX DM-110 es un kit que cumple su promesa: simplicidad para novatos, con un pie en la personalización para quienes crecen. El módulo básico (tres botones, nada más) engaña —la app lo transforma en un editor pro, desbloqueando pitch, pan y sensibilidad que kits de más caros envidiarían. El sonido es honesto: kits variados y suficientes para practicar en las primeras etapas, con percusión étnica como bonus NUX. El rack ligero aguanta, y la conectividad (USB audio, Bluetooth, trigger in) lo hace más actual y práctico.

¿Dónde la imagino? En manos de bateristas principiantes que odian manuales gordos —toca desde minuto cero con pedal y baquetas incluidos—. Para pros, es un backup portátil o una solución doméstica económica. El único reparo: sin app, este kit puede resultar limitad; con ella, brilla. Aún así, a 300-400 €, es un chollo: si buscas empezar a tocar sin frustraciones y con app que "crece" contigo, la DM-110 es un sí rotundo. Requiere algo de trasteo inicial para calibrar pads, pero la recompensa es un kit que motiva a practicar.
 
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