Cómo tocar mozambique en batería

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En este artículo vas a aprender a tocar el mozambique, uno de los ritmos latinos más inmersos en historia de la batería cuyas variaciones has podido escuchar canalizadas a través de las baquetas de Steve Gadd, Art Blakey o Elvin Jones.

El mozambique cubano

El mozambique es un estilo musical creado por Pello El Afrokán en mitades de los 60 que está fuertemente relacionado con la clave de rumba. Cuando Pello explicaba este ritmo de manera resumida decía que el mozambique era una especie de combinación de golpes de distintos ritmos: rumba abierta, columbia, seis por ocho, el bonkó enchemiyá, el kuchi yeremá, el ekón de los abakuá y el redoblante de la conga.

El mozambique entró pisando fuerte en la música popular cubana, primero en los carnavales del 64, moviendo pies y caderas allá donde los hubiera y posteriormente, en 1965, con el disco “Mozambique” de Pello El Afrokán.

Este ritmo era tocado por varios percusionistas, con lo cual, vamos a hacer una adaptación en batería donde intentaremos recrear estos instrumentos de percusión en diferentes partes del set.

Su forma original sería algo parecido a esto adaptado a la batería.


El mozambique neoyorkino

Manny Oquendo, percusionista puertorriqueño se instaló en Nueva York. Manny había escuchado el mozambique original y elaboró su propia variación, basada en el patrón de cáscara o clave de cáscara, que no es más que una variación de la clave de rumba en la que se basa el mozambique cubano de Pello. La versión de Manny era tocada en timbales con las manos, pero lo que vamos a hacer es directamente utilizar la cáscara e ir añadiendo capas con las otras extremidades hasta llegar a un ritmo de mozambique para batería.

Ten en cuenta que esto es solo una interpretación del marco rítmico del mozambique y que el estilo en sí ha tenido infinidad de variaciones. Esto no es "EL" ritmo de mozambique, ni mucho menos, y hasta dudo que se le pueda otorgar ese nombre a algo concreto. La belleza de este estilo es la variación y el poder orquestar o acentuar de maneras diferentes que sirvan a un propósito musical concreto. Puedes tomar esto como un punto de partida y después indagar en tus propias variaciones. Aquí tienes el patrón de cáscara.

Ahora vamos a añadirle dos bombos.

Vamos con la caja, solamente una caja en el quinto golpe de la clave.

Y ahora los timbales con los que vamos a darle un toque melódico al ritmo. Van entre los golpes dobles del final de la cáscara.


Y de esta sencilla manera, puedes incorporar el mozambique, o por lo menos una variación de este a tu repertorio rítmico.
En realidad, puesto de esta manera, no parece un ritmo tan difícil de hacer y además es tremendamente adictivo de tocar.

A partir de aquí puedes crear tus propias variaciones cambiando bombos, cajas o timbales de sitio. Quizás sea una buena idea hacer un backbeat en el 2 y en el 4 para hacer una transformación del ritmo a un rollo más funk, o simplemente llevar un bombo a negras para que este patrón se convierta en algo más bailable o discotequero. Si quieres un reto de coordinación, prueba a hacer la clave de rumba en el pie izquierdo y si quieres enriquecer el ritmo, intenta destacar dentro de la cáscara la clave de rumba acentuando esta tocando en el borde de un cencerro.

También puedes encontrar variaciones como la que hay en la canción “Late in the evening” de Paul Simon, tocado por Steve Gadd, “Aknowledgement” de John Coltrane con el gran Elvin Jones a la batería o “A night in Tunisia” interpretada por Art Blakey.

¡Feliz práctica!
 
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