Pues los norteamericanos se preocupan ahora del medio ambiente por diversas razones:
Porque han sufrido un huracán de fuerza 5 (la máxima) que ha destrozado una de sus ciudades más emblemáticas, y los continuos huracanes sobre Florida han hecho que el lobby de las aseguradoras declare que esto, simplemente, no puede ser, y que va a más.
Porque si se empeñan en investigar más, conseguirán dejar de tener dependencia del petróleo importado del Golfo Pérsico y Sudamérica.
Porque, pese a todo, lo innegable es que los yanquis tienen la mayor maquinaria de investigación y recopilación de datos que existe, y ha llegado un punto en el que se han tenido que plantear que realmente hay un peligro real de que, en los próximos años (no dentro de siglos), el nivel del mar suba y se produzcan catástrofes de alcance incalculable, empezando por la inundación de Manhattan y las ciudades costeras de California. Los yanquis son muy tontos, pero siempre llega un punto en el que dejan de serlo.
Por cierto, mucho criticar a los USA, pero ¿qué tal si empezamos a criticar a los demás, comenzando por nuestro Gobierno, sea del color que sea? Porque, sabéis qué pasa, que resulta que allí por lo menos debaten estas cosas. Aquí, directamente, se ignoran, simplemente es como si no sucedieran. España tiene una responsabilidad proporcional en todo esto, y es una vergüenza comprobar con datos en la mano que se están incumpliendo los acuerdos de Kyoto, que eran unos acuerdos de mínimos, un chiste comparado con lo que realmente debería hacerse. Y estamos incumpliendo hasta con ese chiste.
¿Son tontos los americanos? Puede, pero entonces nosotros somos imbéciles de campeonato...
Y, ya que hablo tanto, diré algo constructivo. Se obliga por ley a que, por poner un ejemplo, las construcciones se realicen de una determinada manera para que los edificios no se caigan veinte años después, muy bien. Evidentemente, si no fuera así, sería más barato pero mucho más peligroso. Es decir, asumimos el gasto. Eso sucede con casi todo: coches, juguetes para niños, componentes de los alimentos del súper, etc. etc. Hay que cumplir las normas, correcto. Pues yo tengo otra norma, que habría que asumir igual que se asume que las latas de coca-cola deben ser desechables y reciclables. Toda nueva construcción debería, obligatoriamente, traer consigo una instalación de placas solares y un sistema de almacenamiento y reciclaje de agua. No sé si colectivo o privado, pero debería ser obligatorio.
Y más aún: ¿cómo es posible que esta mierda de país no incentive la compra de coches con motor híbrido?